Una acción en redes sociales puede ocasionar un mayor volumen de ventas, pero también un descenso de ellas. Así le ha ocurrido a AB InBev con su marca BudLight, protagonista del boicot iniciado por usuarios y personalidades conservadoras en la que pedían no comprar la marca de cerveza por haber lanzado una campaña con la actriz e influencer transgénero Dylan Mulvaney.
Según los datos de NielsenIQ compartidos por la firma Bump Williams, en mayo las ventas de BudLight y Budweiser, ambas propiedad de la cervecera AB InBev, han caído un 24,6% y 9,2% respectivamente, frente a lo registrado hace un año. Mientras que Modelo Especial, propiedad de Constellation Brands, ha logrado un 10,2% más de ventas en ese mismo periodo.
Como consecuencia de esta caída de ventas, las cervezas del anunciante – ganador de la última edición de El Sol-, han perdido el liderazgo en la categoría de cervezas en Estados Unidos, pasando a ostentar un 7,3% de cuota de mercado, frente al 8,4% de Modelo Especial.
Parte responsable de esta caída de ventas deriva de la campaña en redes sociales lanzada por Bud Light junto a la influencer transgénero Dylan Mulvanay el pasado marzo. Un sorteo que causó un gran revuelo en el país norteamericano ante la petición de boicot por parte de numerosos usuarios conservadores.
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La petición ganó escala al unirse políticos conservadores y personalidades como el cantante de música country Kid Rock, al subir este último en su perfil de Instagram un vídeo en el que disparaba con un arma una lata de Bud Light. Al enfado también se sumaron grupos en pro de los derechos del colectivo LGTBIQ+ por la respuesta “tivia” que dio la marca para justificar la campaña en Fox News.
“La asociación con Mulvaney es uno de los muchos acuerdos con influencers que permiten a la marca conectar de forma auténtica con la audiencia en distintas demografías y puntos de pasión”, expusieron desde AB InBev.