Cuatro académicos, una publicitaria del año y los estudiantes

Los estudiantes de publicidad se convirtieron en los “protagonistas inesperados”, según David Torrejón, secretario de la Academia de la Publicidad,

Los nuevos Académicos de Honor posan con parte de sus colegas. Arriba, de izquierda a derecha: Julián Bravo, Teófilo Marcos, Juan José Gómez Lagares, Bartolomé Espadalé, Agustín de Uribe-Salazar, Isabel Yanguas, Enrique Sanz y Manuel Idiarte. Abajo, de izquierda a derecha: César Vacchiano, Marçal Moliné, Toni Segarra, Feliz Muñoz, José Luis Segura, Agustín Medina, Joaquín Lorente, Marcal Moline, Robert Rodergas y Augusto Macías.
Los nuevos Académicos de Honor posan con parte de sus colegas. Arriba, de izquierda a derecha: Julián Bravo, Teófilo Marcos, Juan José Gómez Lagares, Bartolomé Espadalé, Agustín de Uribe-Salazar, Isabel Yanguas, Enrique Sanz y Manuel Idiarte. Abajo, de izquierda a derecha: César Vacchiano, Marçal Moliné, Toni Segarra, Feliz Muñoz, José Luis Segura, Agustín Medina, Joaquín Lorente, Marcal Moline, Robert Rodergas y Augusto Macías.

Los estudiantes de publicidad se convirtieron en los “protagonistas inesperados”, según David Torrejón, secretario de la Academia de la Publicidad, de la ceremonia en la que Isabel Coixet, Toni Segarra, José Luis Segura y Félix Muñoz fueron proclamados Académicos de Honor, que se celebró el 23 de mayo en Madrid. A ellos, al grupo que acudió como invitado a la gala, y que se sentó en el anfiteatro del salón de actos, se dirigieron muchos de los discursos de la noche.

La cita fue en la Real Academia Española, la casa de las palabras, como la definió en su discurso de bienvenida la secretaria de la Academia y Académica de la Lengua, Aurora Egido ―y que otros en sus discursos elevaron a la categoría de templo―, y solo por ello la ceremonia tuvo un sabor especial.

Egido, que representaba al director de la institución, Darío Villanueva, al que su papel como jurado del Premio Princesa de Asturias de las Letras le impidió asistir, dio la bienvenida a los más de 350 asistentes al acto y recordó que la palabra y la imagen siempre han ido juntas. Y dejó constancia, en una breve cuña publicitaria de la plataforma digital En Clave RAE, todavía en pruebas, de la antigüedad del término ‘publicidad’, documentado desde el siglo XV.

Después de Egido intervino Pablo Alzugaray, presidente de la Academia de la Publicidad. Alzugaray agradeció a la Real Academia Española su colaboración y dijo que no podía haber un sitio mejor para celebrar que se es publicitario; un lugar favorecido por la elocuencia y la poesía, lemas de las vidrieras que flanqueaban el estrado: “El diccionario define la elocuencia como eficacia para persuadir; y la poesía como manifestación de la belleza. De verdad, ¿existe un lugar mejor en el mundo para celebrar que somos publicitarios?”.

Alzugaray dijo que la función de la Academia de la Publicidad, que preside desde julio de 2017, es mejorar la publicidad y a los publicitarios. Para lograrlo, la Academia ha definido tres líneas de actuación: el reconocimiento de los referentes, el estímulo de los estudiantes y la conservación del patrimonio histórico de la publicidad.

DISTINCIONES

La distinción Académico de Honor es la forma en que la Academia reconoce el trabajo de los profesionales de la publicidad que por su integridad, generosidad, ejemplaridad y mérito se han convertido en referentes. Este año, los elegidos han sido Isabel Coixet, Toni Segarra, José Luis Segura y Félix Muñoz.

Pero antes de entregarles su nombramiento, Alzugaray presentó un nuevo premio, el de Publicitario del Año, una distinción creada para mantener el vínculo con el presente, y ofrecer una visión dinámica y moderna del oficio; un reconocimiento que se fija no en los logros de una carrera asentada en el tiempo, sino en los méritos alcanzados en el último año. El premio de este año ha recaído en Eva Santos, directora creativa mundial de Proximity.

Entre los méritos de Santos para recibir el premio, Alzugaray destacó el nombramiento como directora creativa mundial de Proximity, la inclusión en la lista de los 10 líderes globales de la revista ‘Adweek’, la elección como “Woman to watch” por parte de la revista ‘AdAge’, y el nombramiento como presidenta de el gran jurado del El Sol.

Santos agradeció al jurado su designación y destacó la importancia de los valores y la felicidad en el trabajo creativo: “Un creativo feliz será siempre un creativo mejor”.

Tras la entrega de este nuevo galardón, David Torrejón, que actuó de maestro de ceremonias, dio paso a la recepción de los nuevos Académicos de Honor: Félix Muñoz, José Luis Segura, Isabel Coixet ―que no pudo asistir por hallarse inmersa en el rodaje de su próxima película― y Toni Segarra, que fueron presentados por César Vacchiano, Enrique Nebot, Isabel Yanguas y Joaquín Lorente, respectivamente, también Académicos.

Durante sus discursos de presentación y aceptación, muchos de ellos se dirigieron a los estudiantes de publicidad que habían acudido como invitados al acto, y que se sentaron en el anfiteatro, para animarles a reinventar el oficio e invitarles a explorar el nuevo mapa de la publicidad que, al igual que los primeros planos que representaban el mundo, está lleno de espacios en blanco que hay que descubrir.

 


Notas biográficas

A continuación reproducimos las biografías de los nuevos Académicos de Honor que ha difundido la Academia:

Isabel Coixet. Comenzó su trayectoria como creativa publicitaria en Barcelona, donde trabajó para las agencias MMLB, Delvico, JWT y Target. Más tarde se pasó a la realización de campañas de publicidad con la productora Eddie Saeta, al tiempo que daba sus primeros pasos en el cine. Famosa popularmente por su reconocida carrera cinematográfica internacional, Isabel Coixet ha sido y es, además, una extraordinaria realizadora publicitaria que ha cosechado numerosos premios y sabe aportar a sus trabajos ese algo más para las marcas que siempre se busca en los mejores realizadores.

Félix Muñoz Lázaro. Experto en comunicación integrada y planificación estratégica, ha desarrollado su carrera en grandes compañías como Coca-Cola, Cepsa o Telefónica, siempre con cargos de la máxima responsabilidad en comunicación publicitaria y marketing. Su entrega generosa a la profesión en todo tipo de actividades sin ánimo de lucro ha sido una constante a lo largo de toda su carrera. Desde posiciones como la de presidente de la AEA o de Autocontrol, ha contribuido sin descanso a una evolución sana y responsable de la publicidad, y a una mejor relación entre agencias y anunciantes. Actualmente es consultor y docente.

Toni Segarra. Representante principal de una de las generaciones de creativos más fructíferas que ha dado la profesión, no solo en nuestro país, con su constante búsqueda de la excelencia ha dejado una profunda huella en todas las agencias (Contrapunto, Casadevall Pedreño&SPR, Devlico Bates o SCPF) y marcas para las que ha trabajado (BMW, TVE, Vueling, Vodafone, Evax, Renfe, etc.).

Filólogo de formación, ha mostrado su capacidad para manejar ideas, conceptos, tonos de comunicación y, cómo no, el propio lenguaje, regalándonos con deslumbrantes conceptos como “¿Te gusta conducir?”, “República independiente de tu casa” o “¿A qué huelen las nubes?”. Siempre generoso con la profesión, ha participado en el Club de Creativos y otras asociaciones, y nunca ha huido del debate público y la reflexión sincera sobre el papel de la publicidad en la sociedad. De la recopilación de esas reflexiones surgió su libro ‘Desde el otro lado del escaparate’.

José Luis Segura. Creativo y empresario fundamental de la publicidad española, trabajó desde Barcelona para grades marcas nacionales e internacionales hasta su retirada en 2011. Tras pasar por varias agencias, funda en 1971 Círculo de Comunicación que ofrece servicios exclusivamente de creatividad, adelantándose unos meses en ese planteamiento a MMLB. Varias décadas creativo de cabecera de Codorniú para muchas de sus marcas, ha sido muñidor de eslóganes tan famosos como “Un, dos, tres, picadora Moulinex”, y de campañas inolvidables para fragancias de Puig o productos de Danone.

Segura es una figura fundamental en la publicidad española, no suficientemente conocida fuera de Cataluña, a pesar de la gran influencia de su trabajo. Desde su retirada como publicitario se ha dedicado a la literatura.