A pesar de que durante los últimos años las empresas de ciberseguridad no dejan de insistir en la importancia de proteger adecuadamente nuestras contraseñas, lo cierto es que a día de hoy sigue habiendo una gran cantidad de especialistas de marketing que no están familiarizados con los aspectos más importantes de su seguridad digital, y siguen dejando expuestas sus cuentas online más esenciales.
Este problema es especialmente grave si consideramos que el trabajo de cualquier especialista en marketing pasa cada vez con más frecuencia por el uso de una gran cantidad de herramientas de internet como Semrush o Ahrefs, que además pueden ser realmente caras. Cuando hay tanto dinero en juego, y considerando que estas cuentas online son la clave que permite el desarrollo de la profesión, resulta fundamental adoptar las medidas adecuadas para proteger todas las cuentas digitales con las que trabajamos.
¿Cuáles son los principales errores que ponen en riesgo nuestras cuentas?
Algunas de las principales equivocaciones que cometemos a la hora de asegurar nuestras cuentas online son las siguientes:
No utilizar un gestor de contraseñas
Teniendo la posibilidad de utilizar un gestor de contraseñas para generar automáticamente contraseñas robustas y únicas para cada una de nuestras cuentas, realmente es inexplicable que haya tantas personas en el ámbito del marketing que no cuenten con esta aplicación en sus dispositivos.
Los gestores de contraseñas nos permiten proteger muy fácilmente nuestras claves y nos dan la posibilidad de rellenar de manera automática los formularios en internet, para no perder ni un solo minuto al acceder a las cuentas online que utilizamos a diario. Y, además, también pueden avisarnos en el caso de que alguna de nuestras claves haya quedado expuesta, para que podamos cambiarla al instante.
Usar contraseñas fáciles de adivinar
Uno de los principales problemas que sigue teniendo la gente a la hora de crear contraseñas para sus cuentas online es el hecho de que seguimos utilizando claves muy sencillas que pueden hackearse fácilmente mediante un ataque de diccionario o de ingeniería social.
Las principales empresas de ciberseguridad insisten una y otra vez en la importancia de crear contraseñas que sean robustas, lo que significa que deben ser totalmente aleatorias, combinar una amplia variedad de caracteres, y ser virtualmente imposibles de adivinar mediante un análisis de nuestros hábitos. Esto significa que debemos olvidarnos de utilizar el nombre de nuestra mascota o la fecha de nuestro aniversario para recordar nuestras contraseñas.
Usar la misma contraseña para todo
Otro de los errores que comete la mayoría de la gente es utilizar una misma clave para todas sus cuentas online. En este caso, incluso si se trata de una contraseña robusta, nos enfrentamos al problema de que cualquier filtración en cualquiera de las plataformas online que utilizamos a diario puede revelar la clave de acceso de todas las demás.
De este modo, si tu contraseña de Facebook es la misma que la de tu correo electrónico y la de tu cuenta de Amazon, una filtración en cualquiera de estas plataformas le daría a un hacker pleno acceso a todas tus otras cuentas, e incluso podría cambiar todas tus claves e impedirte recuperarlas, con el perjuicio económico y social que puede conllevar.
No activar la verificación en dos pasos
La verificación en dos pasos es una de las mejores herramientas con las que contamos para proteger nuestras cuentas digitales, ya que se lo pone realmente difícil a los hackers para poder vulnerarlas de manera remota. Por eso debes activarla siempre que te sea posible, y solicitarla en tu banca online y en otras plataformas digitales en caso de que no la tengan.
Gracias a la doble verificación puedes tener la garantía de que ningún hacker podrá acceder a tus cuentas si no cuenta con un segundo dispositivo designado por ti para poder verificar tu identidad. Ya se trate de un smartphone o de una llave USB, este segundo dispositivo puede ser un auténtico salvavidas para tus cuentas online.
Anotar las contraseñas en lugares accesibles
Por último, mucha gente cree que sus contraseñas están a salvo si las guardan en un documento de texto en el escritorio o si las anotan en un correo electrónico. Sin embargo, estos métodos continúan siendo peligrosos.
Ten presente que hay muchos tipos de malware que pueden acceder a la información de tu disco duro si consiguen infectar tu dispositivo, y que tu correo electrónico no está a salvo frente a otros tipos de ciberataque. Por eso es fundamental que no almacenas tus claves en este tipo de ubicaciones, incluso si crees que se trata de lugares seguros.