«Los vendedores de crecepelo son un elemento común de los western clásicos, junto con tahúres, sheriffs, forajidos, indios, etc. Cantaban sin escrúpulos desde sus carromatos las bondades de sus pócimas.. y pocos ponían en duda su verborrea visionaria, so pena de pasar como imbéciles. Luego ponían pies en polvorosa dejando atrás a un sinfín de estafados».
En situaciones de crisis abundan las oportunidades, pero también los oportunistas. Es en estos tiempos donde los líderes de verdad afloran sus virtudes, su valentía, su corazón, generosidad, empatía, visión… Pero también en estos tiempos afloran los charlatanes, mediocres, cobardes y oportunistas. Supuestos líderes que quedan retratados a las primeras de cambio. Como decía Abraham
Lincoln, puedes engañar a alguien ocasionalmente, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo. Lamentablemente muchas veces estos desaprensivos consiguen huir con el botín, dejando abandonada a su tropa sumida en el dolor y la desesperanza.