Lamento ser quizás un poco cansino y volver a dedicar esta sección a un análisis de la publicidad influenciada por la crisis. Sin embargo, por buscar alguna ventaja a la dichosa recesión, esta situación que estamos viviendo es una magnífica oportunidad para observar como la comunicación y creatividad publicitaria se comportan en tiempos borrascosos.
Durante las últimas semanas me he dado cuenta de que están conviviendo a la vez varias campañas de seguros. Y claro, como las casualidades casuales no existen, he encontrado varias informaciones que aclaran está concentración de mensajes: “en tiempos de vacas flacas uno de los capítulos de gasto a los que se puede dar tijeretazo es precisamente el de los seguros”, “una de las mayores tentaciones cuando el presupuesto familiar no es boyante es reducir cuota del seguro del coche” o “la crisis hace caer el negocio del seguro por primera vez en diez años” (leído en Eleconomista.es y Expansion.com)
Pues está claro, ¿no? Los anunciantes de seguros se han puesto las pilas y tratan de concienciar al cliente actual y potencial de que un seguro es algo imprescindible, una inversión que por muy mal que esté la cosa no puede faltar en sus vidas. Veamos una selección de algunas campañas que han visto la luz últimamente:
1 Casillas se siente segurooooo. Groupama ha lanzando cuatro divertidos spots donde Iker Casillas vuelve a ser el titular indiscutible (no olvidemos que el seguro lleva su nombre: Seguro Casillas). En esta ocasión han sido realizados por Javier Fesser dotándoles de su inconfundible humor marca P. Tinto. Después de vivir una experiencia surrealista, las películas cierran con un despreocupado Íker cantando a cámara el estribillo de la cancioncita de Mocedades: “Me siento segurooooo”. Un recurso que busca claramente uno de los más codiciados santos griales publicitarios: que se convierta en la coletilla de moda social (¿recuerdan el “Pues va a ser que no”?, pues eso). Groupama por lo tanto apuesta por el humor, algo poco frecuente en las comunicaciones de seguros y sobre todo en unos tiempos donde el consumidor parece reclamar, más que nunca, seriedad y compromiso. Sin embargo, la gráfica sí es menos arriesgada y los mensajes son más directos y concisos, dejando el humor totalmente aparcado en la televisión.
2 Tienes un e-mail de tu cuerpo. Una mujer está sentada en la oficina frente al ordenador y recibe un sorprendente e-mail: “Hola! Soy tu cuerpo. Hace dos meses que tenemos una piedra en el riñón. De momento es pequeñita, pero si no hacemos algo pronto puede acabar así
