El proyecto propone flexibilizar las restricciones actuales y permitir formatos publicitarios como la pantalla compartida, el emplazamiento de producto o los anuncios interactivos. El texto mantiene el límite máximo del 20% del tiempo de emisión para la publicidad, 12 minutos por hora de programación, pero suprime la obligación de que entre dos bloques publicitarios haya un mínimo de 20 minutos de programación. Los programas infantiles, los informativos y las películas sólo podrán ser interrumpidos cada 35 minutos.
La propuesta ha recibido críticas de algunos comisarios europeos así como de representantes de los nuevos medios de comunicación, como Internet y la telefonía móvil, que se incluyen en el ámbito de aplicación de la ley por primera vez. Según las críticas, la nueva directiva podría perjudicar claramente el desarrollo de la televisión por Internet o por telefonía móvil.