Pero, para ser sinceros, el artífice del éxito está identificado: un personaje legendario.
Los responsables de la empresa pusieron en nuestras manos un trabajo realmente atractivo. Y lo hicieron dándonos plena confianza y absoluta libertad creativa, un ejemplo a seguir en el panorama publicitario actual.
El punto de partida estaba claro: encontrar la marca idónea para este local estructurado en torno a la sanísima trinidad: gastronomía, viajes y cultura. Una marca sólida, notoria, sugerente; capaz de sintetizar las tres propuestas en un concepto único, evocador de la experiencia, el viaje y la aventura.
Comienza el viaje
Fue entonces cuando él vino a nosotros, tocado con sombrero y portando su maleta inconfundible: “No tengo rostro, nombre ni apellidos. Soy El Atrapamundos