La lógica sutil del humor

Un imbécil para ser más exactos. Y no se trata de un exabrupto gratuito del cronista. Lo confesó él mismo

Un imbécil para ser más exactos. Y no se trata de un exabrupto gratuito del cronista. Lo confesó él mismo ante el nutrido público. Joaquín Reyes, uno de los protagonistas del programa humorístico La hora Chanante, fue el elegido por el C de C para el difícil papel. Y lo fue por imbécil. En cualquier caso hay que agradecer a Reyes su imbecilidad porque resultó ser de lo más refrescante de la jornada.

Comenzó Reyes por presentar a Alex Burnard, director creativo de Crispin Porter & Bogusky y la cuarta persona más graciosa de su agencia, según reveló el mismo sin ningún atisbo de timidez. Para demostrarlo inició su presentación con unos armoniosos movimientos de Kung Fu (la idea no era suya, claro, sino que la tomó prestada de la primera persona más graciosa de su agencia) tras lo que mostró una serie de campañas de corte humorístico creadas en el seno de Crispin Porter & Bogusky y con las marcas como Ikea, la cerveza Molson Canadian, la revista masculina Maxim o el automóvil Open Mini lograron reposicionarse dentro del mercado estadounidense.

Después de las artes marciales de Burnard, Guillaume Van der Stighelen, de la agencia belga Guillaume Duval Bruxelles, adoptó un tono apocalíptico y anunció a los asistentes que la seriedad y el aburrimiento estaban ganando la batalla en el mundo, señal inequívoca del resurgir de la extrema derecha. En todo el mundo