Aunque algunas innovaciones suenan en principio bastante rocambolescas, pueden terminar siendo un éxito y abrir nuevos mercados impensables poco tiempo antes.
Así, sin duda sorprenden dos innovaciones que nos llegan de las antípodas: un queso con sabor a chocolate, con una aceptación al parecer extraordinaria en el mercado asiático, y un vino envasado en latas.
En Nueva Zelanda la empresa quesera Fonterra ha lanzado un queso loncheado con sabor a chocolate bajo la marca Chesdale, con un éxito enorme en Taiwán, donde en menos de seis meses se ha hecho con el 10% del mercado de quesos y ha vendido más de tres millones de lonchas. También se vende con éxito en Singapur, Malasia, Indonesia y Tailandia. Richard Tay, development manager de Fonterra, afirma que, según las investigaciones de la compañía, este queso se ve como una comida saludable y nutricional.
No muy lejos, en Australia la marca Barokes ha lanzado latas de vino pensadas para tomar en el campo o actividades al aire libre. Las latas, de un cuarto de litro, aseguran conservar el vino hasta cinco años en perfectas condiciones.