El Club de Creativos (CdeC) fue una iniciativa de un grupo de creativos, entre los que yo me encontraba, para proteger el valor y la calidad del trabajo creativo. Si hacemos repaso a sus 19 años de vida, creo que hemos mejorado en muchas cosas, pero las condiciones profesionales a las que nos enfrentamos los creativos han ido a peor. Hay muchos problemas que vivimos de forma cotidiana, de los que nadie habla abiertamente, pero estoy convencida de que si lo hacemos podremos empezar a afrontarlos.
La situación no es fácil: según una encuesta de Scopen, la mayoría de los anunciantes (el 88%) afirman que el trabajo de las agencias no contribuye especialmente a sus resultados de negocio. Como consecuencia de ese estado de opinión, el trabajo creativo cada vez se paga peor. A las agencias les cuesta ser rentables. Los creativos senior desaparecen de las agencias. La juniorización, que alguien pensó que sería una solución pasajera, se ha convertido en sistémica. Agencias con grandes nombres cierran de un día para otro. El mercado se atomiza y se puebla de agencias cada vez más pequeñas y numerosas. El low cost como paradigma para todo. Una caída sin fin de la calidad en las producciones. Los jóvenes, los trainees y los juniors, que después de largos años de estudio aspiran a ser contratados por cifras ridículas. Las dificultades añadidas por las que pasa el talento creativo femenino…
Conflictos provocados por un cambio de ciclo, pero también, ahí está lo importante, una nueva época llena de oportunidades.
La agencia clásica de publicidad ya no es el único lugar donde un creativo puede desarrollar su trabajo. Surgen nuevos modelos de negocio, plataformas o proyectos individuales, donde los creativos toman las riendas y el control de su trabajo. Ante este nuevo escenario, el CdeC tiene que permanecer atento y promover el intercambio, la información y la innovación. Tenemos la mejor plataforma para hacerlo: los Días CdeC en San Sebastián se han convertido en una referencia para todo el sector. Han cubierto un hueco que llevaba vacío hace varios años y todo el sector lo ha recibido con los brazos abiertos. Un escenario clave, abierto a todos los participantes de la comunicación, no solo a los creativos. El Día A, que ha permitido el acercamiento entre anunciantes y creativos para debatir y entender que la creatividad es innovación y la innovación es el motor de crecimiento de sus negocios. Un mundo y una época que necesita a los creativos porque sobre todo necesita ideas y soluciones.