En la inolvidable película de Ron Howard Splash, Tom Hanks cae al mar y una sirena le salva de morir ahogado.
Años más tarde, ya adulto, vuelve a caer al agua en el mismo lugar, y de nuevo la sirena le rescata. Pasados unos días la sirena, la inolvidable Daryl Hannah, siente nostalgia y va en su busca por Nueva York. Le encuentra y los dos se enamoran. Pero ¿cómo puede vivir un hombre con una sirena?
Seguramente, dar un significado distinto a la experiencia de mascar chicle es casi tan difícil como vivir con una sirena. Pero ése es el reto al que Cadbury hizo frente en marzo de 2007 con su marca Trident Splash.
Cadbury lanza de forma pionera en España, a mediados de 2006, la primera gragea con centro líquido gracias a una tecnología única que, hasta el momento, ninguno de sus competidores estaba explotando. Trident, como marca líder, decide dar un paso adelante y revitalizar su marca.
Esta innovación en producto abre a la marca una gran oportunidad de consumo, el placer de mascar chicle. Trident Splash va a ser el vehículo para llevar al consumidor a vivir una nueva experiencia al mascar chicle, a disfrutar con los cinco sentidos de una explosión de sabores y texturas