A Google, cuya elección ha sido comunicada hace unos días, se le ha atragantado el galardón. El Jurado ha justificado tal decisión por considerar que el mejor buscador de la historia de Internet ha contribuido al progreso de los pueblos, por encima de todo tipo de fronteras, por favorecer el fácil acceso al conocimiento y por su facilidad para poner al alcance de la mano el mundo Internet. Es la marca símbolo de lo digital. Es un acierto el fallo del jurado.
Sin embargo las grandezas humanas esconden inconfesables debilidades. Un Juzgado de Primera Instancia de Bruselas ha ratificado una condena por violar los derechos de propiedad intelectual de varios diarios belgas a través del servicio Google News. La propiedad intelectual de los periódicos, pisoteada. Si Google quiere echar mano a cuanto publiquen los diarios, debe contar con la autorización de los periódicos y retribuirles sus informaciones.
Esa gratuidad indiferenciada de Internet, tan generalizada, ha de tener sus limitaciones, si se quiere de verdad que ese fácil acceso al conocimiento contribuya al progreso de los pueblos. Lo contrario sería fomentar la ley de la jungla.
A Google le han aguado la fiesta. Es posible que toda la polvareda levantada pueda contribuir a poner orden en el desorden de Internet. Nadie debiera estar más interesado que el mejor buscador de la historia en ayudar a esta ingente labor.
Ignacio M. Benito, director general de la AEDE, señaló en el segundo Foro Iberoamericano de la Propiedad Intelectual, celebrado recientemente en Madrid, que es imperiosa la necesidad de poner en práctica, «de la forma más eficaz posible», la defensa de la propiedad intelectual de los contenidos de prensa, ya sean impresos o digitales. La ley española de Propiedad Intelectual reconoce a los editores como legítimos propietarios de las informaciones contenidas en los periódicos.
mharo@ipmark.com