Nivea seguirá disfrutando, por ahora, del registro de la marca de color azul, concretamente del Pantone 280C, después de que un tribunal alemán dictamine que constituye un elemento distintivo de la línea cosmética de la compañía, cuyo valor asciende a 2.500 millones de euros.
Se cierra así el litigio iniciado por Unilever, multinacional propietaria de la marca Dove, con el objetivo de anular la marca registrada por Nivea (Beiersdorf) del color azul, que ha venido utilizando desde 1925.
El tribunal ha aceptado como válido jurídicamente el hecho de que un 58% de los consumidores asocian dicho color con la marca Nivea para considerarla renombrada. En consecuencia ha ordenado al Tribunal Federal de Patentes, que había fallado a favor de Unilever, a repetir su sentencia, que deberá ser estimativa de los intereses de Beiersdorf.
Excepción
Este fallo puede considerarse inaudito, puesto que los expertos en patentes y marcas se refieren a la excepcionalidad del registro del color, según reconoció el Tribunal de la UE en los casos Libertel y Stihl, ambos de 2003.
Sin embargo, cabe registrar el color si se demuestra no tanto la notoriedad como la distintividad del uso, circunstancia que han esgrimido los abogados de Nivea. Por su parte, los representantes de Unilever (Dove) consideran que “el uso en exclusiva del azul por Beiersdorf supone un perjuicio en materia competitiva y que hay decenas de competidores que utilizan el azul combinado de diferentes maneras como parte de su imagen”.
A pesar de esta reciente sentencia a favor de Nivea, Cadbury no ha logrado conservar el morado para los envases de sus chocolates en el Reino Unido frente a Nestlé-Milka, ni Orange ha mantenido la exclusividad del naranja en España tras un recurso de Jazztel.
