Patio revuelto. Según la Cadena SER, “diez altos cargos de Bankia han declarado a la Guardia Civil que el presunto testaferro de Rato, Alberto Portuondo, y su secretaria, Teresa Arellano, asistían a todas las reuniones de adjudicación de contratos de publicidad… y nadie sabía en calidad de qué aparecían… si eran asesores externos o contratados directamente por Rato”. Los dos máximos responsables de comunicación de Bankia declaran que “Publicis no era la oferta más indicada para la labor que se requería en esa campaña”, y al menos en dos ocasiones Rodrigo Rato fue advertido de que Publicis no era la empresa de publicidad “mejor posicionada”. Pese a ello, Publicis y Zenith ganaron el concurso de 40 millones de euros, de los que al parecer dos fueron a parar al tal Portuondo, que se encargó de que gran parte acabase en los bolsillos de Rato. Por supuesto, ninguno de esos directivos dimitió ni nadie dijo nada hasta que les llamó la Guardia Civil.
La Gürtel andaluza. Pero no es el único caso: El Confidencial publica que una empresa llamada Rialgreen SL, propiedad de Francisco Correa, Luis Bárcenas, Jesús Sepúlveda y Jesús Merino, “tenía como actividad económica principal la gestión de la organización de las campañas electorales del PP…, y subcontrató a su vez a la empresa McCann Erickson a través de un convenio de colaboración empresarial, ya que Rialgreen, al ser una tapadera, no tenía capacidad para organizar esos actos. El beneficio que generó estos servicios se repartió al 50% entre McCann y Rialgreen”. Aquí al parecer no hay concurso público, sólo caja B, dinero negro, Bárcenas por medio, y otra agencia de las gordas en medio del fregado.
Multas a las teles. Mientras, se ponen algunas multitas ridículas a las grandes cadenas de televisión por saltarse a la torera las mínimas limitaciones que competencia puso a la absorción de Cuatro y La Sexta. Y la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), les pide que cumplan su propio código de autorregulación en cuanto a los “Contenidos Televisivos e Infancia”. Vamos a ver, si pasan de las leyes, ¿van a molestarse en cumplir códigos de autorregulación?
Las marcas más valiosas. Interbrand publica su informe anual de marcas más valiosas del mundo sin grandes sorpresas: Apple sigue destacadísima creciendo el 43%, seguida de Google, Coca-Cola, Microsoft, IBM, Toyota, Samsung, General Electric, McDonald’s y Amazon, que también aumenta su valor un 29%. Zara, en el puesto 30 (creciendo el 16%), y Banco Santander en el 70 (+13%) son las únicas españolas entre las cien primeras. Pero tengo mucha más curiosidad por el ranking del año que viene y lo que pasará con Volkswagen, que ahora aparece en el puesto 35 y perdió el 9% de su valor en el último año, y eso antes de que les pillasen trucando los motores y engañando al mundo mundial.
Echando humo. La crisis de Volkswagen es uno de los fenómenos más interesantes para estudiar y comprobar si unos listos son capaces de cargarse una marca en apenas unas semanas, o los consumidores actuales están dispuestos a tragarse todos los malos humos y aceptan cualquier cosa. Por lo pronto, las ventas de Volkswagen en España crecieron un 28% en septiembre, y como también se está comprobando con los embotelladores de Coca-Cola en España, me temo lo segundo.
Compra programática. Por cierto, una risa con la compra programática esa tan de moda en internet: al tratar de ver vídeos con información sobre el escándalo de Volkswagen, me han salido antes anuncios muy adecuados de otros coches, como uno de Peugeot, y otro de Skoda, con su lema “Simple Clever”. Listillos, diría yo.
Fernando Montañés