José Luis Bonet, presidente de Grupo Freixenet, es el protagonista de la nueva edición de Foro IPMARK, dedicado al centenario de esta mítica marca de cava. Durante el encuentro, Bonet revelará a los asistentes las claves del proceso de internacionalización de la compañía. La cita es hoy, 20 de enero, en el Hotel Intercontinental de Madrid.
Presidente de Grupo Freixenet desde el año 1999, José Luis Bonet es un convencido defensor de la marca como principal activo de las empresas y a lo largo de su trayectoria profesional ha sido presidente de la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (ANDEMA) y del Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE), cargo que ocupa actualmente.
En un acto recientemente organizado por la Oficina Española de Patentes y Marcas, el presidente de Grupo Freixenet declaró: “La marca es un mecanismo imprescindible para el funcionamiento del sistema competitivo. Es el bien más valioso que puede tener la empresa, que condensa todo su buen hacer y el prestigio ganado durante años de esfuerzos”.
Nacido en Barcelona en 1941, Bonet es licenciado y doctor en Derecho. Sus inicios en Freixenet fueron como director comercial, labor que desempeñó entre 1966 y 1977, año en el que fue designado director general adjunto, cargo que ocuparía hasta 1993, cuando asumió las responsabilidades de director general y consejero.
En 2013 recibió la Medalla al Mérito en el Comercio que concede el Ministerio de Economía y Competitividad y en noviembre del año pasado fue elegido presidente de la Cámara de Comercio de España.
Freixenet, marca centenaria
Francesc Sala Ferrés fundó en 1861 la Casa Sala, la primera marca exportadora de vinos en Sant Sadurní d’Anoia. Su descendiente, Joan Sala Tubella, continuó con la empresa pero no sería hasta la boda de la hija de este con Pere Ferrer Bosch, natural de La Freixeneda, cuando la familia se lanzó a la comercialización del cava.
Corría el año 1914 y pronto comenzaría a ampliarse el negocio. Aparecen las primeras etiquetas de cava con la marca Freixenet Casa Sala. Desde el primer momento optaron por elaborar exclusivamente cava, un vino espumoso natural, siguiendo el método utilizado en la Champaña (Francia) desde el siglo XVIII e instalaron sus cavas en Sant Sadurní d’Anoia (Cataluña), una población situada en el corazón de la comarca del Penedès, región que ya era conocida desde la época del Imperio Romano por la calidad de sus vinos.
Las exportaciones a los mercados de influencia española y a los emergentes del momento comenzaron en los años veinte y treinta del siglo pasado. La llegada de Freixenet a los Estados Unidos, concretamente a Nueva Jersey, se produjo en 1935, pero la guerra civil española, primero, y la II Guerra Mundial, después, ralentizaron el desarrollo de la empresa en el mercado norteamericano. Pese a todo, la empresa lanzó en 1941 el que, con el tiempo, se convertiría en uno de sus productos estrella, el cava Carta Nevada, y en 1974 el cava Cordón Negro, actual líder en exportación, presente en más de 140 países.
A principios de los años setenta, con la marca Freixenet totalmente consolidada en el mercado español, se intensificaron las gestiones para llegar a los mercados internacionales, iniciándose un proceso expansión ininterrumpido que en los ochenta llevaría al Grupo Freixenet al liderazgo mundial de los vinos espumosos elaborados según el método tradicional.
Actualmente el Grupo Freixenet sigue siendo una empresa familiar 100% y cuenta con 18 bodegas en siete países de tres continentes.
Ana Egido