La Navidad se consolida como uno de los periodos de mayor actividad para el sector hotelero, con previsiones de ocupación que este año se sitúan entre el 85% y el 95% en destinos urbanos, de costa e islas.
Este incremento de huéspedes eleva de forma notable la rotación de ropa de cama, toallas, textiles de restauración y amenities, por encima del ritmo habitual. Ilunion TextilCare, especializada en gestión integral del textil para hoteles, ha compartido una serie de recomendaciones operativas para afrontar los picos de demanda en estas semanas, en las que —según la compañía— la precisión en el back-of-house resulta determinante para mantener la experiencia del huésped.
La primera clave, apunta la empresa, es blindar la higiene en un periodo en el que se acortan los tiempos entre salidas y nuevas entradas y la percepción del cliente se vuelve más exigente. Según la compañía, el 55% de las valoraciones positivas de los hoteles mencionan directamente la limpieza del textil, por lo que subraya la necesidad de protocolos estrictos: control de temperaturas, dosificación precisa y tiempos de lavado validados, especialmente en sábanas y toallas.
El segundo eje es anticiparse con tecnología predictiva. Ilunion TextilCare destaca que el análisis de datos permite estimar necesidades de prendas en función del tipo de huésped, patrones de reserva y actividad del establecimiento. Detectar con antelación picos asociados a habitaciones familiares, eventos o desayunos ayuda a ajustar la producción, reforzar turnos y planificar entregas antes de que el aumento de consumo genere tensiones. La coordinación entre hotel y proveedor, compartiendo previsiones y ocupación, mejora la capacidad de respuesta, añade.
La compañía pone también el foco en una logística sincronizada para garantizar el suministro constante. En escenarios de máxima ocupación, sostiene, cualquier retraso se multiplica. Por ello recomienda rutas digitalizadas, flota adaptada a picos de actividad y ajuste de horarios de recogida y entrega, además de reforzar accesos o muelles de carga y mantener un canal operativo fluido entre ambas partes.
Otra de las palancas es controlar dotaciones con trazabilidad, para evitar roturas de stock cuando la rotación se intensifica. Ilunion TextilCare señala que sistemas RFID permiten monitorizar la vida útil de las prendas, detectar pérdidas o roturas y mantener inventarios actualizados, garantizando dotaciones completas de sábanas, toallas y textiles de restauración.
Por último, subraya la necesidad de conectar housekeeping, recepción y logística. Un circuito ágil entre equipos permitiría anticipar cambios en la demanda —como picos de dobles, ocupación familiar o eventos— y ajustar entregas y reposiciones según la evolución real del hotel. Compartir información en tiempo real y comunicar cambios de última hora, añade, ayuda a que el textil esté disponible “justo donde y cuando se necesita”.
Con estas recomendaciones, la compañía insiste en el papel del back-of-house en la “temporada alta” de diciembre y en su modelo, que integra lavado y renting de soluciones textiles, con cumplimiento normativo en higiene, herramientas para previsión, flotas modernizadas y trazabilidad mediante chips RFID, con el objetivo de sostener la continuidad del servicio durante los días de mayor ocupación.