España refuerza su posición como principal potencia oleícola del mundo tras recuperar niveles de producción superiores a 1,4 millones de toneladas en la campaña 2024/25. Así lo recoge el Informe Sectorial sobre aceite de oliva 2025, elaborado por Agrifood Comunicación y AgroBank con la colaboración del Olive Oil World Congress.
Presentado este 21 de noviembre de 2025 en Madrid, el estudio confirma que la campaña 2024/25 supone un punto de inflexión tras dos cosechas muy cortas. La recuperación productiva devuelve a España al centro del tablero oleícola mundial: sus 1,4 millones de toneladas representan el 67% de la producción de la Unión Europea y el 40% de la producción global, estimada en 3,5 millones de toneladas, el nivel más alto de la serie histórica.
El informe sitúa a España también a la cabeza por superficie cultivada. El olivar ocupa en el mundo 11,7 millones de hectáreas repartidas en 58 países, de las que 2,7 millones están en territorio español. Esta dimensión productiva se apoya en una estructura con alto impacto social: alrededor de 400.000 propietarios y más de 2,4 millones de hectáreas hacen del olivar un cultivo clave para miles de municipios rurales, especialmente en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Sin embargo, el documento advierte de la dualidad creciente del modelo. El 69% de la superficie corresponde a olivares tradicionales de secano —frecuentemente en pendiente y de bajo rendimiento—, con costes de producción elevados que rondan los 5 euros por kilo de aceite, lo que compromete su rentabilidad. Frente a ello, el avance del olivar intensivo y superintensivo impulsa la modernización del sector.
Solo en Andalucía se superan ya las 35.000 hectáreas en superintensivo y en Extremadura las 15.000, con plantaciones en seto que alcanzan densidades de hasta 2.000 plantas por hectárea, producciones de 10.000 a 12.000 kilos por hectárea y una reducción del coste de recolección gracias a la mecanización. En este marco, la PAC 2023–2027 incorpora una ayuda específica para olivares tradicionales de secano y en pendiente, orientada a garantizar su continuidad en zonas con riesgo de despoblamiento.
El peso industrial del sector español se refleja en la red de 1.835 almazaras, 1.784 envasadoras, 64 extractoras de orujo y 25 refinerías contabilizadas en 2023. A esta infraestructura se suma el avance de la calidad y la diferenciación, con 30 denominaciones de origen protegidas (DOP), dos indicaciones geográficas protegidas (IGP) y 284.000 hectáreas de olivar ecológico, una de las mayores superficies ecológicas del mundo para este cultivo.
Precios a la baja tras el pico de las últimas campañas
En el mercado interior, el informe señala que las campañas 2022/23 y 2023/24 estuvieron marcadas por precios excepcionalmente altos debido a las malas cosechas. Con la recuperación productiva, los precios han corregido de forma intensa: el aceite de oliva virgen extra se sitúa en torno a 420 euros por 100 kilos, lo que supone un descenso del 46,7% respecto a la campaña anterior. La caída ha sido especialmente visible en Andalucía (–42% frente a 2023/24 y –49% respecto a máximos de 2022/23) y en Castilla-La Mancha (–48%). El resto de categorías —virgen, lampante y orujo— también registran descensos significativos.
El informe vincula esta tendencia a la mayor disponibilidad de producto. La campaña 2024/25 arrancó con existencias muy bajas, de 296.000 toneladas (un 27% menos interanual), pero prevé cerrar con un stock en torno a 423.000 toneladas, un 30% más que en 2023/24, lo que añade presión bajista al mercado.
Exportaciones sólidas pese al ajuste de valor
Pese al entorno de precios a la baja, el aceite de oliva español mantiene una de las balanzas exteriores más sólidas del sistema agroalimentario. La media exportada en las cinco últimas campañas asciende a 919.300 toneladas, con un valor que puede superar los 5.000 millones de euros por campaña y tasas de cobertura superiores al 800%. Italia, Estados Unidos, Francia, Portugal y Reino Unido continúan siendo los principales destinos.
El estudio identifica como principal debilidad estructural el peso de las ventas a granel: más del 60% de las exportaciones se realizan sin envasar, especialmente hacia Italia, donde el aceite se envasa y reexporta con mayor valor añadido.
Perspectivas positivas para 2025/26
De cara a la próxima campaña, el informe prevé una producción de 1,37 millones de toneladas en 2025/26, muy similar a la actual, lo que refuerza un escenario de estabilidad. El documento concluye que España cuenta con bases sólidas para seguir liderando el mercado mundial del aceite de oliva gracias a su capacidad productiva dominante, una red industrial extensa, una fortaleza exportadora consolidada, el consumo global estabilizado en torno a los 3 millones de toneladas y una modernización del olivar que avanza en eficiencia y sostenibilidad.