El estudio, basado en las respuestas de 4.500 empleados de los principales sectores económicos, revela un desplome del índice de recomendación del empleado (eNPS): del +24 registrado en 2021 se ha pasado a un -6 en esta edición. La caída refleja una realidad incómoda para muchas organizaciones: gran parte de su plantilla ha dejado de conectar con la empresa más allá del cumplimiento de sus funciones.
Estancamiento profesional y señales de alerta
Uno de los datos más preocupantes del informe es que solo un 15 % de los empleados afirma estar atravesando una etapa de crecimiento y reto profesional, mientras que más del 40 % reconoce encontrarse en una dinámica de rutina. Entre quienes se sienten desconectados, ese porcentaje se eleva al 69 %. Este estancamiento compromete no solo la motivación individual, sino también el clima laboral y el rendimiento global.
El II Informe de DEC y Lukkap alerta sobre una desconexión emocional generalizada y el retroceso del vínculo entre empresas y trabajadores
A pesar de que la percepción general apunta a una mejora respecto a años anteriores, el informe muestra que esta mejora no es homogénea. Sectores como educación y administraciones públicas registran índices positivos de recomendación, mientras que otros como sanidad, telecomunicaciones e industria acumulan los niveles más altos de insatisfacción.
Factores prioritarios para el trabajador
Los elementos económicos siguen siendo clave para los empleados (20 %), seguidos del ambiente laboral (18 %) y la seguridad (17 %). Sin embargo, estas prioridades cambian en función de la generación: los más jóvenes valoran el aprendizaje y la proyección, mientras que los veteranos priorizan la estabilidad. El entorno emocional positivo, por su parte, adquiere especial importancia en las etapas medias de la carrera.
El informe también vincula la experiencia del empleado con la recomendación del cliente: cuando un profesional se siente vinculado a su empresa, no solo la recomienda como lugar de trabajo, sino también como proveedora de productos y servicios.
La experiencia no es aún una prioridad de negocio
Desde el punto de vista de los responsables de gestión de personas, el estudio evidencia un retroceso en los cinco ejes de la metodología Onda del Empleado —Escucha, Enfoque, Extensión, Entusiasmo y Excelencia— respecto a 2021. Aunque muchas empresas disponen de herramientas de escucha, persisten carencias graves: no se dispone de métricas, ni se conoce bien el recorrido del empleado dentro de la organización. Y, sobre todo, la experiencia laboral continúa sin ser una prioridad estratégica.
Solo una minoría de empresas cuenta con estructuras dedicadas a la experiencia de empleado. Según el informe, esta falta de foco provoca relaciones laborales basadas en lo transaccional, que no generan vínculos a largo plazo. Sin embargo, las compañías que invierten en modelos de experiencia sólidos y medibles —las llamadas EX lovers— logran un impacto notable en compromiso, recomendación y resultados de negocio.