LLYC devuelve a las calles las pancartas originales del Orgullo

Lanza la campaña Signs of Pride para expresar que siguen siendo necesarias las reivindicaciones del colectivo ante el retraso legislativo en varios países.

LLYC ha lanzado Signs of Pride, una campaña internacional que conecta el pasado y el presente del activismo igualitario mediante un gesto simbólico: devolver a las calles las pancartas originales de las primeras marchas del Orgullo.

La iniciativa, desarrollada en colaboración con la productora Dim Sum y con el apoyo de organizaciones de cinco países, tiene como protagonistas a activistas seniors del colectivo, muchas veces invisibilizados, que desempeñaron un papel clave en los inicios del movimiento. Estas personas retoman hoy sus mensajes (los mismos que alzaron décadas atrás) para recordar que los avances en derechos nunca deben darse por sentados.

Signs of Pride tiene como eje la recuperación de diez pancartas originales, restauradas o reproducidas artesanalmente, que han vuelto a desfilar en ciudades como Madrid, Ciudad de México, Bogotá y Santiago de Chile. A través de estos carteles históricos, el proyecto reivindica la memoria del colectivo y subraya la vigencia de unas reivindicaciones que siguen siendo necesarias ante el retroceso legislativo global que ha afectado a la comunidad en los últimos años.

Signs of Pride es nuestra aportación a la defensa de los derechos del colectivo, en un momento en el que crece el riesgo de retroceso en muchos países. Lo hacemos con una propuesta que recupera el legado de figuras clave que iniciaron la lucha por nuestros derechos y que no siempre han sido suficientemente escuchadas”, afirma David González Natal, socio de LLYC y líder del proyecto.

La campaña se acompaña de una pieza audiovisual protagonizada por Ramón Linaza, referente del activismo en España, que rememora las primeras marchas del Orgullo y reflexiona sobre los logros conseguidos y los desafíos actuales. Su testimonio se entrelaza con el de otros activistas veteranos de distintos países, cuyas historias personales refuerzan la dimensión emocional y política de la propuesta.

Además, la acción incluye una experiencia web interactiva que permite explorar cada historia individualmente, comparando imágenes del pasado y del presente tomadas en los mismos lugares, con las mismas pancartas.