El ácido linoleico, presente en múltiples fórmulas cosméticas

Diversos estudios avalan sus beneficios para la salud general: ayuda a mejorar la función inmunológica.

El ácido linoleico está presente en cremas, sérums, lociones, mascarillas, productos de maquillaje e incluso en artículos de limpieza del hogar.

El ácido linoleico se ha consolidado como uno de los activos más comunes en la formulación cosmética actual. Presente en cremas, sérums, lociones, mascarillas, productos de maquillaje e incluso en artículos de limpieza del hogar, este ácido graso poliinsaturado de origen natural destaca por su capacidad para limpiar, hidratar, nutrir y regenerar la piel.

Se encuentra en numerosos aceites vegetales (como el de girasol, pepita de uva, lino, chía o soja), así como en algunos frutos secos (almendras, nueces) y mariscos, lo que lo convierte en un ingrediente versátil y altamente biodisponible. En el ámbito cosmético español, firmas como la sevillana Nezeni Cosmetics y la gaditana Di Oleo han hecho del ácido linoleico uno de sus ingredientes clave.

Nezeni lo incorpora en varias de sus formulaciones estrella, desde aceites limpiadores bifásicos, cremas antiarrugas, hasta contornos de ojos que buscan reparar la piel sensible con activos suaves y eficaces. Por su parte, Di Oleo lo emplea en referencias como su champú sólido de lino y chía, especialmente indicado para cabello rizado, y su BB Cream con color y protección solar SPF50, sin olvidar su propio contorno de ojos regenerador, también rico en este ácido esencial.

La eficacia del ácido linoleico va más allá de su acción tópica. Diversos estudios avalan sus beneficios para la salud general: ayuda a mejorar la función inmunológica, favorece el correcto funcionamiento neuronal y contribuye a reducir los niveles de colesterol. Además, tomado en cápsulas o complementos alimenticios –siempre en las dosis recomendadas–, puede ayudar a mantener una piel más sana desde el interior.

Eso sí, su uso debe ser equilibrado. Mientras que un déficit de ácido linoleico puede provocar sequedad extrema, alteraciones cutáneas o incluso retraso en el crecimiento, un exceso podría incrementar el riesgo cardiovascular. Por ello, tanto en su aplicación tópica como oral, conviene seguir las recomendaciones de los profesionales.

Finalmente, el ácido linoleico representa un activo esencial que responde a múltiples necesidades de la piel, sin perder de vista la naturalidad ni la eficacia. Una tendencia silenciosa pero firme, que refuerza el compromiso de las marcas españolas con la innovación cosmética desde lo esencial.