España se consolida como el país europeo con mayor porcentaje de gasto minorista destinado a moda, con un 14,8 % del total, superando ampliamente la media continental del 11,1 %. Este dato sitúa al mercado español como un territorio especialmente fértil para la inversión publicitaria y el posicionamiento de marcas del sector textil.
El último informe de GfK sobre poder adquisitivo en el retail de moda, basado en el análisis de 25 países europeos, revela además que el gasto medio por consumidor en España alcanza los 921 euros anuales, frente a los 772 euros del promedio europeo. Una cifra que no solo reafirma el interés del consumidor español por el sector, sino que también ofrece un contexto clave para diseñar estrategias de marketing y retail más efectivas.
No obstante, lo más significativo es que, en relación con el total del consumo minorista, ningún país europeo dedica una proporción mayor a la moda. «España lideraría el ranking con un 14,8 %, seguida del Reino Unido con un 14,4 %. En el extremo opuesto se encuentra Finlandia, donde solo el 5,0 % del gasto minorista se destina a moda […]», señala Gabriel Gómez, senior business manager del estudio.
El informe también analiza diferencias regionales. En España, aunque Madrid registra una media de 1.140 euros anuales, son Gipuzkoa (1.247 euros) y Bizkaia (1.182 euros) las provincias con mayor gasto per cápita en moda. Estas cifras reflejan una concentración del consumo en regiones con fuerte capacidad adquisitiva y cultura de moda.
A nivel europeo, Luxemburgo lidera el ranking absoluto con un gasto per cápita de 1.777 euros, seguido de Suiza (1.096 euros) y Noruega (1.034 euros). Sin embargo, su esfuerzo relativo frente al gasto total en retail es menor que el de España.
Por otro lado, en Italia los habitantes de Roma gastan cantidades superiores a la media en ropa y calzado, aunque la capital de la moda, Milán, es la líder indiscutible. Los milaneses gastan más de un 30 % por encima de la media italiana en estas categorías.
Sin embargo, no todas las regiones capitalinas tienen un poder adquisitivo elevado destinado a moda. Por ejemplo, los berlineses gastan menos que la media alemana en ropa y calzado. En contraste, el mayor poder adquisitivo para estos artículos se encuentra en torno a Múnich y Hamburgo.