Por su 40 aniversario Greenpeace eligió a la agencia Chocolate para desarrollar su campaña de aniversario, quién ha decidido enfocarla en la voz que siempre ha tenido para provocar cambios positivos, enfrentarse al poder y movilizar a la sociedad. Todo ello bajo el título “40 años sin callarnos»,
Nacida en 1984 en España, Greenpeace se ha convertido en un referente en el universo del medio ambiente y cuenta con más de 154.000 socios y donantes que le han permitido mantenerse independiente. En cualquiera de sus frentes abiertos, sus acciones visuales han sido claves para que su voz llegue a la sociedad.
Por ello la agencia Chocolate apuesta por esa voz que caracteriza a Greenpeace. “Queríamos hacer un viaje por la historia de la organización a partir del paralelismo en la evolución de la voz de una persona a lo largo de su infancia, adolescencia y madurez. Reflejar cómo la voz, el llanto, el grito, nos define desde que salimos del vientre de nuestra madre hasta que nos manifestamos para luchar contra todo aquello que nos parece injusto”, señala José Antonio Ritoré, codirector creativo de esta campaña.
Para el video, se ha contado con la colaboración en la locución de una leyenda del doblaje, María Luisa Solá, que a lo largo de su carrera ha sido la voz en castellano de actrices como Susan Sarandon, Helen Mirren o Sigourney Weaver, entre otras muchas. “Teníamos claro que necesitábamos una voz con mucha fuerza y aplomo, y que fuera muy reconocible. La voz de María Luisa Solá, como la voz incansable de Greenpeace, ha acompañado a la sociedad española durante muchas décadas, así que era perfecta para encarnar de alguna manera a esta organización”, apunta Alejandra Morón, codirectora creativa.
Una campaña con presencia en distintos soportes
Además del spot, se han desarrollado un amplio conjunto de recursos gráficos, desde un logotipo conmemorativo del aniversario, hasta gráficas para diferentes soportes, especialmente para los eventos que están teniendo lugar en diversos puntos de España coincidiendo con la visita de dos de los barcos emblemáticos de la organización: el legendario Arctic Sunrise y el velero Witness.