El 41% de la población mundial siguió la Copa Mundial Femenina de la FIFA de Australia y Nueva Zelanda 2023, un gran cambio respecto al del año 2019, que fue seguido por un 34% de las personas, según datos de The Nielsen Company. En España, recoge la agencia especializada Dos30, más de 5,5 millones de espectadores siguieron la final del mundial (un 65,7% de cuota de pantalla).
La cobertura del campeonato, a través de RTVE y desde diferentes medios de comunicación especializados, permitió también el incremento de la audiencia. Un contexto que también está ocurriendo en la actual Liga de las Naciones (UEFA Women ‘s Nations League), torneo para poder participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Históricamente, la cobertura de estas competiciones era mínima, dificultando la visibilidad y el acceso a este contenido.
De hecho, el interés por la Superliga femenina ha crecido un 80% entre 2022 y 2023. “La presencia de mujeres en el ámbito deportivo no sólo beneficia a la industria, sino que también supone un cambio cultural y social en términos de equidad”, ha recogido Marc Armengol, CEO de Unisport, la primera escuela de negocios del sector deportivo.
A pesar de la creciente demanda de la audiencia y del interés por estos contenidos, la presencia del deporte femenino en los informativos televisivos sigue siendo reducida. Según un estudio del Consejo Superior de Deportes (2023), sólo el 8,2% de las noticias de televisión y el 15% de las piezas informativas de radio se centran en deportistas femeninas.
Cambios en la percepción cultural
“Es necesario seguir abordando una serie de desafíos clave a través de inversiones más equitativas, promoción activa y cambios en la percepción cultural para lograr una cobertura e interés más justo y completo de los deportes femeninos en los medios de comunicación”, aseguran desde Unisport.
En ese sentido, la escuela recuerda que “la conciencia, la educación y la acción colectiva son esenciales para impulsar este cambio y promover una representación más justa en el mundo del deporte”.