Las nuevas tecnologías han revolucionado el modo en el que el usuario consume información, se relaciona y, en definitiva, vive. El comercio online no ha sido impasible a estos cambios y ha adaptado su estrategia a los nuevos dispositivos. El modo en el que se compra online, ha cambiado y lo seguirá haciendo. Según la consultora de marketing Conteam Gruppe, las tendencias que marcarán la compra online en el futuro más inmediato serán las siguientes:
- Tienda física: se convertirá progresivamente en lugar de exposición, encuentro, prueba de productos y realización de eventos para la marca. Se reducirá su capilaridad y se limitará el acceso a la misma a interesados que estén cercanos. El e-commerce tendrá que salvar esos kilómetros de distancia con su usuario y ser capaz de trasladar la vivencia del espacio físico al virtual sin que se pierda emoción y fiabilidad.
- Espacio dinámico: la compra online ya no será estática, sino que se transformará en algo dinámico. La marca interactuará con su visitante, evolucionando hacia una experiencia de compra de cercanía, atractiva y sugerente. Este dinamismo de la nueva tienda online se conseguirá a través de las herramientas que pone a mano la tecnología. Además, en el proceso, el usuario recibirá en todo momento una asesoría personalizada y en el horario más adecuado al uso del cliente.
- Comprador multipantalla: cada día más, en los hogares, la compra online será a través de un anuncio que se haya visto en una smart TV. Se accederá de forma directa a la tienda online y sin soltar el mando de la televisión. En ella, encontrará un “dependiente online”, que le asesorará sobre su compra y le ofrecerá cualquier explicación necesaria. Esa adquisición se finalizará como se empezó, desde el sillón y con el mando. Las redes sociales cobrarán cada vez más importancia y avisarán al usuario de la llegada de su pedido y, una vez que el producto esté en su casa, obtendrá ayuda si la necesita, para el montaje o el uso a través de la web y en su tienda online.
- Compra sensitiva y emocional: el cliente deberá obtener una percepción clara de la Marca, su servicio y su producto. Para ello, el site se adaptará y cuidará los aspectos sensitivos: ambiente, formato, ruido, sensación, impacto. Además, el ecommerce deberá replicar la experiencia que el cliente vive en un punto de venta, ajustándose al target y siendo intuitiva y amigable. Por otro lado, recibirá un contacto directo, profesional y cercano en el site, que no sólo resuelva sus dudas, sino que le proporcione información y soporte de valor añadido.