La adjudicación tuvo lugar después de la celebración de un concurso en el que participaron Ogilvy, SCPF (agencia que junto con Tapsa trabajó para Vodafone en el pasado) y la ganadora, Sra. Rushmore, que dejó de trabajar para Movistar en enero de este año.
Vodafone, cuya inversión publicitaria alcanzó los 62,1 millones de euros en 2012, tiene repartido su presupuesto entre varias agencias. Mientras que Shackleton es la responsable de sus acciones en el canal digital, la gestión de medios es responsabilidad de OMD y Wink.