El cambio es un reto y una constante y, a menudo, necesita mezclar nuevas y viejas disciplinas que se sustenten en palancas de pensamiento y de nuevas miradas. El mundo de la estrategia en el ámbito de la comunicación y el marketing también evoluciona, pero hay una variable inalterable, el pararse ante la complejidad. Huir de las prisas. Reivindicar el reposo.
Y de esto va la APG, de reivindicar y poner en valor a todos los profesionales, instituciones y agentes que tienen la estrategia como materia prima, que la valoran y la aplican en su día a día.
Es mucho más que la casa de los planners. Es la casa del pensamiento estratégico en sentido amplio. Es un espacio de conexión, de crecimiento, de compromiso y de colaboración con la profesión actual y la futura. O, por lo menos, así lo hemos sentido todos los socios a lo largo de los años y así queremos trasladarlo desde la nueva junta.
Somos una junta diversa en perfiles, en trayectorias y en enfoques. Todos tenemos en común que entendemos la estrategia como motor generador de negocio, conocimiento y mejora del mundo de la comunicación.
Colaboración, compromiso y generosidad serán los valores que nos regirán como colectivo. Divulgar, aglutinar y aportar valor y conocimiento estratégico será nuestra misión.
Y, sobre todo, hacer. Hacer es la única manera que las cosas pasen. Que el cambio se piense. Que avancemos como colectivo y que añadamos nuestro granito de arena a la industria.
“El viaje hacia el rigor estratégico nunca termina. Porque la estrategia va de mirar a largo. Va de generosidad y va de colectivo”
Hacer. Es entender a todos los colectivos y estar a su lado. Es crear un espacio que sea más suyo, más del socio y menos de los que hemos decidido dedicar un poco de nuestro tiempo a que las cosan pasen. Que sea de los profesionales senior que están liderando el cambio. De los que empiezan en la profesión y necesitan mimbres, acompañamiento y espacios de conexión. Que sean de las agencias y consultoras que tienen la estrategia como propuesta de valor. De los clientes y las marcas que entienden que el negocio pasa por tomar buenas decisiones y valientes. De las instituciones y asociaciones que cada una, desde su mirada, aportamos valor y rigor a esta industria.
Parar. Es otro de nuestros grandes retos. Pensar necesita reposo. Pensar necesita tiempo. Y nuestro gran enemigo son las prisas. Poner en valor la profundidad en el pensamiento y en la mirada. Reivindicar que la estrategia, en sus múltiples formas, necesita tiempo, observación, rigor y también intuición. Reivindicar el reposo como tecnología punta, es quizá una de mis obsesiones. Corremos. Sí. Pero saber hacia a dónde necesita de un parón previo. Parar, también es una fuente de negocio.
Abrir. Sí. En sentido amplio. Abrir la mirada y abrazar nuevas disciplinas. Estar al lado de la formación y de las escuelas que crean la base del colectivo. Pero también ir más allá. Un buen ejemplo es el curso de formación que acabamos de lanzar con la Madrid Content School. Thinkers 3.0 es nuestra propuesta formativa para profesionales asentados que quieren explorar cómo aplicar sus conocimientos a otras áreas o sectores. Abrir, es también mirar hacia fuera y hacia dentro, mirar al negocio y al individuo. Y también es abrazar. Abrazar lo que hubo y abrazar lo que viene. Lo conocido y lo desconocido. Siempre, con sentido crítico.
Sembrar. Para que la siguiente junta recoja. Como estamos recogiendo nosotros todas las iniciativas que se han trabajado anteriormente como las charlas de Cultura, los programas de mentoring y la profesionalización interna, por citar algunas de muchas. Porque la estrategia va de mirar a largo. Va de generosidad y va de colectivo. Recoger los frutos que otros han sembrado es una satisfacción. Sembrar para que los siguientes recojan es indispensable.
El viaje hacia el rigor estratégico nunca termina. La APG junto a todos sus socios lo continuaremos con pasión y tesón. Y, desde estas líneas, invito a todos los apasionados y agentes alrededor de la estrategia que formen parte de este proyecto, desde dentro. Como socios. Como voz activa y no pasiva.
Así lo siento. No hay otra industria en la que el poder del pensamiento y de las ideas pueda influenciar y tener impacto positivo, a la vez, en marcas, negocios, sociedad y comportamientos.