Los smartwatches son algo más que un gadget para frikis. Su utilidad es real, ya que integran de forma muy cómoda información puntual para consumir rápidamente, según explica Juan Merodio, experto en Web 2.0.
Por ejemplo, a través de las pantallas táctiles de estos relojes se puede comprobar si hay un email en la bandeja de entrada, hacer fotos, conocer nuestra temperatura corporal o nuestro ritmo cardiaco o conocer el tiempo que hará al día siguiente. “Por no hablar de las oportunidades de negocio y transacciones que este tipo de relojes ofrecerá al mercado, comenta Merodio.
En este sentido, y de cara al comercio, este tipo de artículos adquirirá una gran importancia si al final se produce una integración mayor con los smartphones o con la tecnología NFC a la hora de realizar pagos en comercios.
Estas posibilidades ya han sido detectadas por las grandes marcas, de modo que Apple, Samsung, LG, Google, Sony y Microsoft ya están metidas de lleno en la carrera del desarrollo tecnológico de este tipo de gadgets. “Se estima que de aquí a finales de año habrá circulando en Europa más de 1.200.000 smartwatches. Se trata de desarrollar una tecnología que generará mucho negocio gracias a la variedad y a los bajos costes de los sensores y sistemas micro eléctricos de los que se componen, así como a su eficiencia energética y la facilidad de conexión a través de Bluetooth”, comenta Merodio.