No sabemos vendernos. Los resultados de una encuesta realizada por Cohn & Wolfe entre profesionales europeos de la comunicación son concluyentes. Deberíamos aprender de franceses y alemanes, cuyo dominio de la imagen pública les permite transmitir una percepción algo edulcorada de su realidad actual, según opina el 40% de los consultados.
Si bien es cierto que la imagen que proyecta un país no determina su situación económica, sí que puede influir positivamente en su estado de bienestar. Así lo considera la mayor parte de los profesionales entrevistados al afirmar que “una adecuada estrategia de comunicación ayudaría a mejorar la situación que vive España.
Cultura del ocio versus cultura del trabajo
Otra de las conclusiones que arroja la encuesta es que la buena percepción que se tiene de la cultura del ocio en España no casa bien con la cultura del trabajo. Gastronomía, deporte o turismo son aspectos en los que España recibe muy buena calificación por parte de los europeos, pero no sucede así con otros, como el trabajo y la economía. De hecho, una gran mayoría de los encuestados no valora la “personalidad española” demasiado adecuada para los ámbitos laborales.
Profundizando en el estudio, llama la atención que algunos aspectos positivos, como la correcta explotación de nuestro liderazgo en turismo (71%) y gastronomía (41%), sean considerados negativos al llevarlos a otros contextos. Además del desempleo, la corrupción y la debilidad económica, muchos de los expertos consultados, también señalan como debilidades de la marca España atributos como la siesta, la fiesta o el hecho de ser un destino turístico barato y masificado. La falta de formación y de profesionalidad de los españoles también aparecen como puntos negativos en la encuesta.
Competitividad e I+D
Las áreas que los expertos recomiendan reforzar para potenciar la marca España son la competitividad (50%), la cultura y el I+D (42%).
Así mismo, el estudio recomienda vivamente olvidarse de clichés como la siesta y la fiesta. Aunque se siga fomentando España como destino turístico habría que vincularlo a la calidad. Los profesionales consultados también aconsejan aprovechar el liderazgo español en el ámbito deportivo asociándolo a los conceptos de constancia, perseverancia y esfuerzo, fácilmente extrapolables al terreno profesional. La gastronomía, vinculada a la calidad, la innovación y el negocio, es otra baza que jugaría a favor de nuestra marca.