Se ha hablado largo y tendido sobre la nueva ley de publicidad de las apuestas deportivas, que conllevaba pasar los anuncios de dichas empresas a la franja horaria dedicada a los adultos, en los medios de comunicación, la prohibición de los bonos de bienvenida, entre otras medidas.
Hoy en día, las casas de apuestas siguen superando las restricciones para continuar con su publicidad, debido a que la ley todavía no se ha hecho realidad, en algunos casos, a que grandes potencias del fútbol español han puesto todo de su parte para que esos contratos multimillonarios no se vean mermados y que las propias casas de apuestas se han reinventado para encontrar nuevas vías para mostrar su nombre.
Mientras tanto, en otros países, se siguen contratos de patrocinio de equipos o incluso competiciones, como es el caso de betsson, la empresa sueca que ha patrocinado la Copa América del 2021.
Un sector que continúa al alza
Pese a todos los inconvenientes que se han encontrado las casas de apuestas en España, el sector del juego online continúa estable, según se puede leer en los diferentes informes que proporciona la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) respecto a esta actividad.
Tras la pandemia, igualmente, con la reapertura de los locales físicos, poco a poco se ha recuperado la normalidad, en este sentido, y a pesar de las nueva y necesaria ley respecto a la distancia que debe haber entre los locales de apuestas y los colegios, no han perdido fuerza.
Además, con la llegada de las criptomonedas ya existen casas de apuestas en donde las jugadas se realizan con Bitcoin, Ethereum, Litecoin… ¿El futuro del sector? Solo el tiempo lo dirá.
Una ley sin protección para el apostante
Si bien la nueva ley reguladora de la publicidad de apuestas deportivas ha conseguido implementar medidas que limitan las promociones de bienvenida y las “ventajas” que las casas de apuestas utilizaban para enganchar a los usuarios, ha dejado de lado por completo a los clientes que sufren cierres de cuentas o limitaciones dentro de las casas de apuestas.
Una de las opciones más habituales, por parte de una casa de apuestas, cuando se encuentra con un cliente ganador, ya sea por seguir una metodología o por puros conocimientos de los deportes a los que juega, es limitar la cuenta del usuario, de forma que tan solo puede apostar cantidades bajas, o incluso cerrar la misma, permitiendo únicamente retirar el dinero, pero no jugar más.
Para llevar a cabo esta acción, se basan en unas cláusulas que son de obligatoria aceptación, si se quieren utilizar los servicios de la casa de apuestas en cuestión. Dichos términos y condiciones son tan abusivos que en más de una ocasión, usuarios que han denunciado la limitación o el cierre de una cuenta, han ganado el juicio.
Si bien se ha logrado reducir el número de promociones que le llegan a los usuarios que no ganan o se han prohibido las promociones de bienvenida para enganchar, sobre todo, a usuarios jóvenes, todavía queda mucho trabajo en relación a las injusticias que sufren los apostantes.