El sector de la publicidad lleva unos años de retroceso espectacular y la facturación global ha pasado de siete mil muchos millones a cuatro mil pocos; de manera que los medios se han colocado en el borde del abismo con muchas probabilidades de dar un paso al frente.
En estas circunstancias, los anunciantes bajan sus inversiones sin que las Agencias suban los fees para equilibrar servicios, que se mantienen, con ingresos, que bajan de manera espectacular. ¿De dónde sale el dinero para mantener la fiesta? De unos medios en cuyo palo se acumulan velamen propio y ajeno hasta completar el catálogo de escuela naval: mayores, mesanas, foques, trinquetes, cangrejas y escandalosas aparejadas para curvar un mástil que amenaza con no resistir tanta borrasca.
Cuidado con las previsiones correspondientes a las extra primas: es muy posible que haya sustos importantes en este ejercicio, mucho peores de los habidos en el 2011.