Sonríe. Es decir: colabora, ayuda, haz la vida agradable a los que trabajan contigo o a aquellos que deben convertirse en tus clientes o colaborar en tu trabajo y el logro de tus empeños. Seguro que te prefieren a ti por encima de aquellos que les abroncan o hacen la vida difícil. Primer paso.
Disfruta. Entrégate a tu trabajo y a tus ilusiones, busca su desarrollo, piensa en lo que te aporta y apóyate en él para disfrutar y al disfrutarlo; os retroalimentaréis uno a otro.
Mejora. Si tu entorno te valora, tú disfrutas del trabajo y el trabajo se deja seducir por tus ideas ¿a que parece sencillo que todo mejore?
Pues eso: sonríe, disfruta y mejora. Parece sencillo, ¿no?