Sin embargo, Internet es el canal más importante a la hora de decidir la compra de un coche, concretamente para documentarse previamente. El 59% de los clientes que visitan los concesionarios se informa previamente en la Red sobre los modelos que les interesan.
Internet revolucionó la compra de automóviles y la próxima revolución vendrá de la mano de los smartphones y los tablets. Como mantiene CP Proximity en el estudio Connected cars, la tecnología ha de ofrecer a los compradores de coches la posibilidad de integrarse en el vehículo con sus dispositivos móviles y aplicaciones. De hecho ya hay fabricantes cuyos modelos se conectan a las redes sociales y leen tweets o feeds de noticias.
La estandarización y la convergencia serán la clave de los nuevos sistemas multimedia para automóviles. De hecho, varias empresas automovilísticas en conjunto con proveedores de componentes se han aliada para crear el Car Connectivity Consortium cuyo objetivo es dar forma a un sistema común para que teléfonos y automóviles se comuniquen de forma sencilla. Una de sus funciones es la posibilidad de mostrar la pantalla del teléfono en la consola central del vehículo y utilizar el móvil desde los mandos del propio coche. De esta forma el conductor podría usar el GPS de su móvil en la pantalla del coche, o los pasajeros controlar la climatización desde una tablet.
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