Ellos se preocupaban por cuidar a sus clientes, una costumbre de la que nos hemos ido alejando y que puede marcar la diferencia en un contexto como el actual. “La voz colectiva que funcionaba hace décadas en los pueblos es muy poderosa. Hoy podemos trasladarla al marketing social”, señaló Vaynerchuk.
En resumen, se trata de regresar a lo que este emprendedor denomina la “economía del muchas gracias”. Este concepto se basa en la idea de que solo hay y habrá dos tipos de negocios: el que se puede percibir a través de los ojos y el que se percibe a través de los oídos, ya que muchas veces escuchamos hablar sobre un producto y, sin más, nos lanzamos a comprarlo. “La economía del muchas gracias se basa en eso, en las recomendaciones”.
Sobre VaynerMedia, el fundador de la consultora explicó que la filosofía de su negocio se basa en la humanización de las empresas a través del social media, es decir, en comprar a partir de las recomendaciones de los amigos en Facebook, Twitter o cualquier otra red social porque “siempre comprar más de tus amigos que de tus no amigos”.
Mejor una publicidad simple
Por FICOD también ha pasado Tony Marlow, director de investigación estratégica de Yahoo!, que habló sobre sus estudios de las reacciones humanas cuando se enfrentan a un mensaje publicitario.
Marlow apoya sus descubrimientos en la biométrica, que analiza desde el nivel de ph de la piel hasta el ritmo cardiaco y respiratorio, pasando por la dilatación de las pupilas y los movimientos corporales. A través de estas observaciones se pude determinar el grado de importancia que el usuario concede a un mensaje determinado, una información muy valiosa para orientar los mensajes publicitarios.
Según Marlow, una dilatación de las pupilas del 27% significa que se ha producido un fuerte impacto en el cerebro y que se está interiorizando una gran parte del mensaje.
A este respecto, el director de investigación estratégica de Yahoo! aconsejó crear y emitir mensajes sencillos: “Ante imágenes poco complejas, el ojo humano se mueve mucho más rápido y retiene antes la información”. Al someter al usuario a una secuencia de imágenes, éste logra recordar un mayor número si las imágenes son simples y llamativas. Un consejo que debería mover a la reflexión sobre el lenguaje publicitario actual.