La encuesta global online realizada por Nielsen arroja un fuerte pesimismo. El 64% de los consumidores de los 56 países escaneados considera que no es un buen momento para comprar las cosas que desean, ni tampoco las que necesitan. Uno de cada cinco europeos y uno de cada tres norteamericanos afirman que no les queda nada de dinero después de realizar las compras básicas.
Según los responsables del estudio, “hay una sensación de cansancio y deseo reprimido de un respiro”. Ante la perspectiva de ver aumentado su presupuesto en un 10%, los consumidores optarían por gastar en viajes (29%) y ocio (20%). Por otro lado, si el presupuesto disminuyera un 10%, los gastos considerados como innecesarios, como la ropa (-21%), comidas fuera de casa (-18%) y electrónica y electrodomésticos (-14%) serían los sectores más afectados. En caso de tener que arreglarse con un presupuesto menor, los encuestados también reducirían sus inversiones financieras en un 10%.
Los países europeos son los que viven una mayor situación de pesimismo y entre ellos, el nuestro, junto con Portugal, Irlanda y Grecia, es uno de los que se enfrenta al futuro con una visión más oscura. Solo el 11% de los españoles considera que sus perspectivas laborales en 2012 son buenas y tan solo un 20% opina que estamos en un buen momento para comprar cosas.
Aunque a un 18% de los españoles no les queda dinero una ves cubiertas sus necesidades básica, la incertidumbre económica moverá a un 40% hacia el ahorro en detrimento de actividades de ocio, compra de moda o de nuevas tecnologías.
El cambio en los hábitos de consumo afecta ya al 76% de los españoles, que en el último año han tratado de gastar menos, sobre todo consumiendo menos en ocio fuera de casa (63%), intentando gastar menos gas y electricidad (62%), en teléfono (58%), en ropa (55%), comprando productos de marcas más baratas (51%),en salidas de puentes y fines de semana (41%), usando menos el coche (39%), comprando menos aparatos de nuevas tecnologías (34%), menos comidas preparadas o para llevar (28%), retrasando la sustitución de aparatos y decoración para el hogar (28%), dejando de fumar o fumando menos (21%), o reduciendo las vacaciones anuales donde vemos un aumento de intención de control de gasto, de un 25% a un 33% en el último trimestre. Cuando pase la crisis, algunas de estas medidas ahorradoras pueden seguir vigentes, sobre todo ahorrar en las facturas de gas y electricidad (48%) y teléfono (40%), y usar menos el coche (24%). Y por primera vez aparece la compra de bebidas alcohólicas más económicas como una medida de ahorro a mantener aún con una mejora en la economía.
La recesión con las que nos amenazan todos los días resulta ser ya una realidad para el 91% de los españoles encuestados.