Las redes sociales y los nuevos soportes online focalizaron las conferencias y las mesas de trabajo en las que participaron representantes de compañías como ING Direct, Coca-Cola, Bankia, Sony o Movistar, entre otras.
La respuesta fue unánime por parte de los asistentes: estas nuevas plataformas de comunicación ofrecen muchas oportunidades pero no es fácil detectarlas y usarlas. Y con un símil un tanto original se dijo que bien utilizadas “pueden convertir un rollo de una noche en una relación de amor para toda la vida”. El mayor peligro: en las redes los que hoy aman una marca, mañana se pueden poner en contra. Por tanto, mucha precaución.
Entre los anunciantes existen muchas dudas sobre cómo ha de ser la conversación que deben mantener marcas y consumidores. Todavía no existe un ejemplo incontestable de acción en redes sociales que haya dado el vuelco a la situación de una marca. Sí quedó claro que las ideas deben estar por encima de las herramientas.
Y también se advirtió que no todas las marcas deben estar en las redes sociales. Hay que valorar cuándo entrar y con qué mensaje se hace porque una vez dentro ya no hay marcha atrás.
Otro de los temas tratados a lo largo del encuentro fue la falta de una métrica fiable de las inversiones y los retornos en Internet. Algo que genera mucha inseguridad en los anunciantes, que además no dudan en reconocer que sienten un cierto temor por un medio que puede volverse en su contra.
Por su parte, las agencia recordaron que Internet tiene corazón y cerebro pero no horario. Por ello requiere de mucho tiempo para la creación de contenidos y proyectos a largo plazo. En general el sector reconoce que no hay recursos para dar respuesta a la complejidad que conlleva la comunicación en el mundo digital.
Marcas o productos
Además de las redes sociales, los asistentes hablaron sobre un futuro que todavía no se sabe si será de las marcas o de los productos.
Los consumidores han iniciado una aventura a la que las marcas se tienen que ganar la invitación generando mucho valor tanto en sus productos como en su comunicación. Anunciantes y publicitarios tienen ahora muchas más posibilidades de hacer cosas pero el tiempo juega en su contra. Los nuevos medios hacen que los mensajes se quemen muy rápido y es imprescindible estar constantemente en ebullición.