Por primera vez, Condé Nast las agrupa en un único espacio donde se podrá adquirir desde un Vogue en inglés, un Tatler en ruso o un GQ en chino. Los productos digitales también estarán disponibles en el quiosco gracias a pantallas con los sites de Condé Nast. También hay una mesa con las aplicaciones para ipad.
Las revistas se agrupan por marcas y cada edición se señala con diferentes banderas para facilitar al máximo que cada lector encuentre el producto buscado.
El creador de este espacio, ubicado en una de las zonas de más tráfico peatonal cercana a Bond Street, ha sido el arquitecto Ab Rogers.