Y claro, la comodidad: este nuevo sistema concentra los mensajes, sea cual sea su formato (correo, mensaje instantáneo, etc.), y los agrupa según el contacto que los ha enviado.
En los nuevos protocolos de comunicación de las generaciones activas digitalmente, el e-mail se emplea cada vez más para comunicaciones formales. El e-mail tradicional (Gmail, Hotmail, Yahoo…) tiene un aura contractual. Un tweet, un chat, un DM o un SMS están muy lejos de ser percibidos, e incluso considerados, como mensajes que comprometen formalmente con carácter contractual a emisor y receptor.
El nuevo servicio de Facebook se enmarca en esta tendencia de la comunicación informal, no vinculante. Aunque el hecho de ser una comunicación informal no inmuniza a nuestra reputación personal, todo lo contrario. La rapidez de Twitter nos ha mostrado cómo se construyen y deconstruyen (por emplear un eufemismo) las imágenes de marca de personas y de marcas comerciales. La nueva herramienta de Facebook permitirá calibrar qué reputación de marca tenemos en real time. Su interfaz, que agrupa todos nuestros mensajes, nos permitirá de un vistazo:
1. Visualizar qué mensajes crecen alrededor de nuestra persona.
2. Cómo son esos mensajes.
3. Qué personas emiten dichos mensajes.
4. Qué capacidad de influir tienen estas personas en nuestro entorno.
5. Actuar ipso facto ante un mensaje non grato para nuestra reputación.
El nuevo e-mail de Facebook lo podremos convertir en una máquina de self-branding.
Gemma Vallet es online branding director de Innuo.