Ninguna está completamente satisfecha con el resultado, por motivos muy diferentes, cómo es lógico, y todas afirman que seguirán trabajando por el bien del sector. (Más información en la sección Medios de este número).
La pregunta
¿Qué balance hacen del texto finalmente aprobado por el Congreso de los Diputados, en cuanto a publicidad y comunicación comercial se refiere?
Juan Ramón Plana, director general de la Asociación Española de Anunciantes
La Ley General de Comunicación Audiovisual (LGCA) es el resultado de un proceso sorpresivo, que empezó en junio del año pasado, y que se ha fraguado sin diálogo y a la carrera. Lo mismo que pasó con las aprobaciones de otras leyes también relacionadas con el sector audiovisual, como la ley de fusiones de cadenas privadas de televisión o la de financiación de RTVE. Creo que los anunciantes y los consumidores, que son los receptores de nuestros mensajes, somos una parte importante del mercado, y que se nos debería haber consultado y tenido más en cuenta.
Nosotros, por nuestra parte, no nos hemos rendido en ningún momento. Hemos luchado con todas las armas a nuestro alcance para combatir uno de los principales problemas, sino el más grave, que aqueja a la televisión en España: la saturación, con lo que eso conlleva de perdida de eficacia para la comunicación comercial.
Junto a otras asociaciones profesionales del sector, pusimos en marcha la plataforma Con un Máximo de 12 Minutos en Televisión Ganamos Todos, y conseguimos que en el paso de anteproyecto a proyecto de ley, el Consejo de Estado y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones se hicieran eco de nuestra propuesta de fijar, tal y como establece la directiva europea, el limite máximo de publicidad en 12 minutos por hora de emisión. Sin embargo, al final cayo en saco roto.
El texto finalmente aprobado establece un límite de 20 minutos, uno más que en el que se envió al Senado. La nueva ley, por tanto, no hace más que incidir en la saturación, al permitir más minutos en menos medios (ya no está TVE), lo que, desde nuestro punto de vista, acabará afectando negativamente a la inversión y al consumo. Es decir, agrava el principal problema y crea otros nuevos, al incrementar de forma artificial los precios de la publicidad en televisión.
Dicho esto, es importante señalar que para nosotros la televisión es un medio primordial, pero no el único, aunque queremos seguir colaborando para que sea un medio querido por todos. Por lo tanto, tenemos que seguir reflexionando y dialogando para encontrar la solución.
Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación
Lo más positivo de la LGCA son las nuevas restricciones que se establecen para las comunicaciones comerciales de determinadas ofertas, restricciones orientadas a elevar el nivel de protección de los menores. Entre ellas, las relativas a los productos, métodos e intervenciones relacionados con el adelgazamiento y el “culto al cuerpo”; a los alimentos ricos en grasas; a los programas de concursos y sorteos telefónicos (call TV); a los anuncios de esoterismo; a otros servicios considerados de adultos, o a determinados emplazamientos de producto.
Consideramos asimismo un avance que no se pueda emitir en televisión publicidad de bebidas alcohólicas de baja graduación antes de las 20.30 horas (la de bebidas de alta graduación ya estaba prohibida), aunque hubiéramos preferido que la restricción se elevara a las 22 horas, coincidiendo con el horario legal de protección del menor.
Valoramos que la cantidad de publicidad permitida se reduzca de los 29 minutos por hora inicialmente previstos en el anteproyecto a 20 como máximo, aunque la Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales establece claramente un límite de 12 minutos.
Finalmente, lo más negativo de la nueva Ley es el hecho de que los prestadores del servicio de comunicación audiovisual televisiva sólo tengan responsabilidad administrativa en relación a la programación que difunden, pero no con respecto a las comunicaciones comerciales ilícitas que puedan emitir. Esa impunidad de las cadenas supone un paso atrás en la defensa de los espectadores, y rompe tanto con la legislación actualmente en vigor como con el espíritu de la mencionada normativa europea que la LGCA traspone a nuestro ordenamiento jurídico.
Jorge del Corral, secretario general de Uteca
Uteca valora positivamente la LGCA, por varias razones:
• Porque es una ley largamente demandada por el sector audiovisual en general y por Uteca en particular. Llevamos muchos años pidiendo a los sucesivos Gobiernos que recopilase y ordenase la jungla de normas y leyes del sector en un texto único. Por tanto, es una ley importante, que recoge, además, leyes muy recientes, como la de financiación de TVE y la nueva Directiva de Servicios Audiovisuales.
• Porque es una ley de consenso que ha recibido el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado.
• Porque es una ley equilibrada que, aunque no satisface plenamente las aspiraciones de todos los afectados, resuelve positivamente buena parte de lo defendido con honestidad y sentido común por cada uno.
No obstante, seguiremos luchando para que desaparezca la publicidad en las televisiones autonómicas de titularidad pública, y para que se elimine el límite de publicidad para las cadenas privadas. No tiene sentido. Es como si a los periódicos se les prohibiese por ley vender la publicidad que quisieran o pudieran, o que se hiciera con las radios, que también son concesión administrativa y utilizan espectro radioeléctrico. Nuestro objetivo es conseguir que la publicidad desparezca de todas las cadenas públicas, nacionales, locales o autonómicas, y que las cadenas privadas tengan libertad para contratar la publicidad que consideren oportuna, sin límite de ningún tipo.
Hechas estas salvedades, no cabe duda de que la LGCA será, a partir de su plena entrada en vigor, un buen marco de referencia para el sector.
Por otra parte, Uteca quiere felicitar públicamente a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y a sus colaboradores, por el esfuerzo personal, siempre con el apoyo del Presidente, que ha dedicado estos años a sacar adelante con valentía una ley difícil y complicada que atañe a un sector cada vez con mayor peso y trascendencia en la economía, cuyos contenidos y su demanda forman parte de la vida cotidiana del ciudadano actual.
uteca: Unión de Televisiones Comerciales Asociadas.
Carlos Rubio, director general de la Asociación Española de Agencias de Comunicación Publicitaria
Aunque la aprobación de la LGCA es ya una realidad después de que el Pleno del Congreso ratificara la mayoría de las enmiendas introducidas en el Senado, las opiniones siguen estando divididas en casi todos los frentes. Y es que se trata de una ley que no ha dejado contentos a todos.
En cuanto a los grupos parlamentarios, mientras los socialistas están, evidentemente, a favor, el PNV considera, al igual que muchos, que ésta beneficia claramente a las cadenas privadas; y ERC que perpetúa el monopolio del castellano y que crea una relación “servilista” del Gobierno con el sector privado. Por supuesto, no hace falta hablar de las opiniones del PP y de IU, ya que son de sobra conocidas por todos.
Al margen de los políticos, también tenemos puntos de vista diversos en los colectivos profesionales, tanto a favor como en contra.
En cambio, prácticamente la totalidad de las asociaciones publicitarias y los consumidores se unieron a la plataforma Con un Máximo de 12 Minutos en Televisión Ganamos Todos, bajo el liderazgo de la Asociación Española de Anunciantes.
Así, podemos decir que la generalidad del sector, desde un primer momento, estuvo unida e hizo llegar a las instituciones parlamentarias, al Gobierno y a la opinión pública sus propuestas de enmiendas. Gracias a esta unidad, la opinión de uno de los sectores más afectados por esta ley ha quedado claramente reflejada y finalmente la ley ha sido aprobada contemplando 20 minutos de formas publicitarias, frente a los 17 actuales y a los 29 inicialmente previstos. No obstante, este sector no puede sentirse satisfecho, ya que España se está alejando del espíritu de la Directiva de Televisión Sin Fronteras, que proponía sólo 12 minutos de publicidad. Y, también en esto, permanecemos unidos.
Alfonso Sánchez Izquierdo, presidente de la FORTA
Desde nuestro punto de vista hay que resaltar varios aspectos de interés:
• Es un compendio de otras normas anteriores, con un ánimo regulatorio bastante evidente, que trata de contentar a todo el mundo. Pero plantea muchas incertidumbres en cuanto a cuál va a ser verdaderamente su aplicación práctica, pues resulta excesivamente genérica o ambigua. El alcance real de la misma lo veremos en los criterios de interpretación que adopte el futuro Consejo Estatal de Medios Audiovisuales.
• Ratifica a la televisión como único soporte publicitario regulado en cuanto a sus tiempos de comunicación comercial. Esto que ya venía siendo así, resulta más llamativo cuando en cambio se deja total libertad a los servicios radiofónicos para decidir cuánta publicidad emiten y en qué ubicación. Debería ser el propio medio, operando en su mercado, el que determinara el tiempo dedicado a programas-publicidad en función de su orientación empresarial. Es paradójico que al mismo tiempo se reconozcan los canales de teletienda.
En nuestro caso, las televisiones autonómicas elegimos operar por debajo de los límites legales. Integramos la publicidad como un servicio a los empresarios, también ciudadanos y a la totalidad de la ciudadanía, entendiendo que la publicidad constituye información y contribuye al desarrollo económico de la sociedad. Al mismo tiempo, como servicio público, no olvidamos a nuestro espectador y huimos de escenarios muy saturados que no benefician a ninguna de las partes.
Hay aspectos, como lo que tiene que ver con la protección a la infancia, que refuerzan lo existente hasta la fecha. Habrá que ver hasta qué punto la persecución de los incumplimientos también es más eficaz de la que hemos tenido. Las medidas adoptadas para proteger a cualquier colectivo que merezca una especial atención cuentan con nuestro apoyo. Es importante, sin embargo, no caer en la sobreprotección que dificulte el desarrollo de la actividad.
FORTA: Federación de Organismos de Radio y
Televisión Autonómicos.