Como la vida misma

1Después de llegar a la conclusión de que ya está bien de la vida que llevaba y dado que todo

1Después de llegar a la conclusión de que ya está bien de la vida que llevaba y dado que todo indicaba que lo peor (crisis personal, financiera, social, laboral…) había pasado, se decidió por lanzarse a la Red sin red, y empezó a buscar a su media naranja. Rápidamente, y gracias a la campaña de Meetic, que nos presenta Meetic Affinity La única web donde encontrar gente afín, comenzó a descubrir un mundo de sinergias y pasiones, ocupaciones y aficiones compartidas. Una vez encontrada la persona adecuada, con la que podía tener feeling, tenía que lanzarse y dar el primer paso. ¡¡¡Enviar mensaje!!! Que gran momento. ¡¡¡Sent!! Ahora esperar y ver cómo reacciona ante nuestro anzuelo. Después de pasar por varios intentos fallidos, ya tenemos el primer paso de lo que será su relación virtual tan esperada, y que nunca olvidará. Y es que a estas alturas del siglo XXI, muchas veces dicha relación virtual acaba en relación seria y hasta física; y duradera, aunque no se lo crean.

2De repente suenan las alarmas y todo su mundo virtual se tambalea. Recuerda el spot de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid, recordándole que Hay cosas que nunca contarías a un extraño y que dar demasiados datos en Internet puede ser perjudicial para su salud. Ha desnudado su intimidad a un ente virtual extraño que con esa información puede suplantar su personalidad y hasta saber donde vive… ¡¡¡terror!!! Y es que no vamos por ahí, contando al primero que tenemos delante nuestras intimidades ni detalles particulares. Qué inconsciente. La espera se hace eterna. En cada esquina piensa que puede aparecer el monstruo virtual que él mismo ha activado y teledirigido hacia él. Hasta que por fin, gracias a Dios, por esta vez ha tenido suerte y su amad@ virtual no es un avatar ni un monstruo, se trata de un amor de verdad.

3Tanto es su amor que hay que pasar del plano virtual y espiritual al plano real y físico. Necesito una casa, piensa. Pero él sabe lo difícil que es. Pero esa era antes (de la crisis), y para demostrarlo, justo en ese momento, aparece un su pantalla de realidad aumentada el último spot de Bancaja, donde a ritmo de una canción muy conocida por sus abuelos, de un tal Pablo Abraira, le dan la solución: Ven a Bancaja y con nuestro Compromiso Vivienda, podrás vivir ahora en tu propia casa y empezar a pagarla dentro de tres años. Ya tengo casa. Por fin su unión es casi perfecta. Duda entre comprar un nuevo nido de amor (de no más de 50 metros cuadrados), o bien reformar el que tiene (para lo que también Bancaja se ofrece gustosa). Y por si no fuera suficiente, ING se sube a lo más alto que han encontrado, a uno de los mayores exponentes de la credibilidad en este país, y no se trata del Euribor, ni del Banco Central Europeo, ni de ningún dato o ratio financiero, se trata del mismísimo Matías Prats, que le dice a nuestro amigo, alto y claro, que también puede contar con el banco naranja para sus planes.

4Teniendo más que resuelto quién les deja la pasta, le surge otra duda: ¿dónde equipo mi nuevo hogar? ¿Cómo? Ikea es la solución. Les propone en sus mensajes que si uno se aprieta un poco, caben muchos más. ¿Cómo no se le había ocurrido? Imagina sus 50 metros convertidos en cientos. Y allí que se va. Ya está casi listo, sólo tiene que hacerse con un armario perfectamente divisible por dos (de momento), y unos muebles de baño con cajones especialmente compartimentados para que quepan de una forma ordenada los cientos cacharritos de aseo que un@ incorpora cuando aparece para compartir vida no virtual con otra persona. Qué bueno es esto de apretarse.

La historia la acaban ustedes. Podría ser que lo que sigue sea una campaña de Dodot, y a continuación otra de Disneyland París; o bien una de preservativos Control, seguida por otra de Turismo de Egipto; o, por qué no, un spot de Legálitas para resolver el lío en el que se han metido. Ustedes eligen.

Historia basada en un hecho real. Seguro.