INTERNET, ¿SUPERA A LA TELEVISIÓN? La verdad es que hay estudios para todos los gustos: resulta que según la Asociación Europea de Publicidad Interactiva (EIAA) en su estudio Mediascope Europe, el consumo de Internet en España, con 13,6 horas semanales, supera al de televisión, que sólo llega a 13 horas. Primero: será sólo entre los internautas, pues todavía la mayor parte de la población española no accede a Internet. Y aún entre estos, los datos parecen algo exagerados. Con todo, el informe salió en numerosos medios, que ni se molestan en analizar mínimamente los datos.
CANTADAS. No todo es anunciarse, pues me quedo alucinado con algunas campañas que se ven por televisión, como la zarzuela de Línea Directa o el cutre-musical platanero, que no sólo muestra como alguien es capaz de vender un remake del viejísimo spot del Platano Balú, sino hacerlo infinitamente peor que el original de dibujos animados de Disney. Para eso es mucho mejor el planteamiento de Freixenet, repetimos el viejo anuncio y arreglado.
HAMBURGUESAS PARA DELINCUENTES. Alguno como Foster Hollywood ya optan por poner a expresidiarios como prescriptores: el tipo que sale de la cárcel y deja plantados a los colegas que van a recibirle para irse a zampar una hamburguesa. Después de los esperpénticos carnívoros era difícil superarse, pero parece que lo han logrado. Sólo falta que salga algún político anunciando trajes baratos a medida.
NO ESCARMIENTAN. Como TVE, que después del ridículo internacional eurovisivo del Chikilicuatre, pensó que todo estaba arreglado cuando se deshizo de Karmele y algún que otro infiltrado. Pero se les escapó el más macarra, que tampoco parecía estar muy oculto, ya que venía avalado/apoyado por Forocoches.com, o algo así, que suena bastante camionero. Ahora se puede contratar al John Cobra eurovisivo para que insulte a los consumidores que no quieran comprarle los productos. Resultado: nuevo ejemplo de reality pura generación Ni-Ni y de los problemas que generan los sistemas de votación Web 2.0 en programas televisivos antidiluvianos.
BURLA AL CLIENTE. Llevo todo el día llamando al servicio de atención al cliente de Orange sin conseguir otra cosa que escuchar una y otra vez la horrible versión inglesa de La chica de ayer que sale en el anuncio de televisión, y marcar repetidas veces los nosecuantos números que me pide una máquina. Eso sí, es un 902 de pago, y antes de siquiera poder decir las averías y problemas que tengo ya me ha costado unos cuantos euros. Luego me dicen que tengo que desmontar todo el sistema informático para comprobar si existe la avería, cuando llevo varios días con cortes continuos del teléfono y el ADSL. No sólo resulta una auténtica vergüenza utilizar el nombre de atención al cliente para este tipo de burlas: sorprende que no haya muchos más cientos de miles de trasvases de usuarios entre las compañías. Quizás es porque la atención al cliente de las otras es similar o peor.
SUCIOS GELES. Lo de la competencia a veces es realmente un juego sucio, como se ha demostrado con los sucios geles que decidieron, en vez de subir el precio, reducir la cantidad de producto. Sólo se libró el chivato que reconoció el sucio acuerdo. Luego se lamentan de que aumenten las ventas de las marcas de la distribución.
