Joan Fluxá / Comercial Disopak Vallés
Se están produciendo cambios, sobre todo en el mundo de la IV y V gama. Se están haciendo envases más atractivos y más funcionales, pensando sobre todo en la comodidad del consumidor. Esto supone un gran paso adelante, ya que, hasta ahora, se pensaba más en la funcionalidad para el fabricante (envasador) que en el usuario final. Otra tendencia es la de potenciar más el producto fresco que el de larga caducidad. Esto trae consigo una mejora de la calidad en el producto final y un ahorro en el coste del envase, ya que se utilizan materias primas menos complejas. En definitiva, envases más atractivos en cuanto a la forma y su personalización, mediante todo tipo de impresiones, y reducción de costes en la utilización de materias primas.
En relación al medio ambiente, de nuevo entramos en el tema precios. Por ejemplo, si se usara el PLA (poliamidas) como materia prima principal, ¿habría suficientes campos de maíz para abastecer al mercado del packaging? La sostenibilidad pasa por mejorar la eficiencia del reciclaje y por no combinar materiales, plásticos y papel, por ejemplo, en el mismo envase, ya que así es imposible de reciclar. Por otra parte, al envasador y al cliente final les falta información sobre los puntos a favor y en contra de los envases sostenibles, sus limitaciones y sus futuros desarrollos. Un ejemplo de envase sostenible y de máximo consumo son los vasos de bebida caliente y fría, y la combinación de PLA con papel reciclado-ecológico; son compostables, biodegradables y no usan material plástico (ver www.ipfoodservice.com).
Fluxá es director general.
Pati Núñez /Pati Núñez Associats
Es difícil hablar de tendencias de packaging en general, el nivel y estilo de diseño es muy variable según los sectores. Por ejemplo, creo que el packaging de productos de gran consumo sigue muy atrasado. Yo misma he tenido experiencias muy frustrantes trabajando en esa área. Comprendo que los estudios de mercado contemplan sólo experiencias conocidas, pero como diseñadora aspiro a crear nuevos deseos, ésa ha sido la base de mi éxito. Y como consumidora me aburre la estética repetitiva de los productos de supermercado. Afortunadamente, cada vez hay más casos de productos bien diseñados, suelen ser marcas blancas, que utilizan un lenguaje diferente, más libre y sincero, a veces incluso sin marca alguna.
El éxito suele ser rotundo, lo cual propicia que algunas marcas líderes deseen apuntarse a ese nuevo lenguaje, y eso a la larga nos beneficiará a todos.
En cuanto al respeto al medioambiente, creo que nuestro país está en la cola de Europa. Lo primero a reformar debería ser la legislación, pero también es necesario educar y concienciar a los fabricantes de productos, a los diseñadores y al consumidor.
Al menos esta crisis nos obliga a racionalizar costes.
Núñez es directora.
Juan Antonio Benito /Ecolab
En el contexto actual, el número de productos en el mercado y la competencia crean una mayor necesidad de diferenciación. En este sentido, los envases juegan un papel importante en la comunicación de los valores de la marca, la personalidad del producto y la diferenciación de nuestro producto del resto. El diseño, los colores, el tamaño y la estructura propia del packaging tienen un rol significativo en este sentido.
Pero aparte de la comunicación, la sociedad nos está exigiendo, cada vez más, que el packaging se integre dentro de unos parámetros de respeto por el medio ambiente, todo ello en sintonía con una gran sensibilidad hacia los costes. Todos los factores que tengan relación con la optimización del packaging, como la optimización del contenido de producto dentro del envase, la mejor configuración del producto dentro del embalaje, la redefinición de productos por caja o las etiquetas cuyos materiales sean compatibles con los envases que faciliten su reciclaje, van a tener un papel cada vez más destacado. Factores que, por un lado, contribuyen a un mayor respeto por el medio ambiente y, por otro lado, aportan una cierta optimización en costes.
Benito es director de marketing.