La afirmación de que ya no hay tiempo para la publicidad, simplemente pone de manifiesto un hecho que hace tiempo se viene constatando: Que la actividad publicitaria debe replantearse profundamente
Y más aún ahora, que parece que ya no va a haber ni siquiera espacio para la publicidad. Por lo menos no en las televisiones públicas. Y dentro de poco, tampoco habrá nunca más eso que llamamos audiencia publicitaria, porque no nos engañemos, la audiencia no quiere publicidad y por eso una medida tan controvertida como eliminar la publicidad de las televisiones públicas (a cualquier precio, incluso a costa de los impuestos de la propia audiencia) es una medida populista, con independencia del signo político del partido en el gobierno (y si no, que se lo pregunten a nuestros colegas franceses).
Así que lo repito. Ya no hay tiempo y parece que ni siquiera espacio, para la publicidad. Pero