Eso sí, la versión española de la canción no rimaba y las bailarinas eran algo más jamonas, anticipando que la aparente apertura del espacio radioeléctrico sería una libertad cutre, como de bajo presupuesto.
Luego empezó lo del Plus. Yo no era muy partidario de pagar por ver pelis fuera del cine, pero mis semejantes andaban tan contentos con el invento