La exposición de Jaime Aguilera se centró en la filosofía y la política de su compañía respecto al impacto medioambiental de su actividad, no sólo desde el punto de vista de los procesos productivos sino también desde las actitudes de los usuarios. En especial resaltó el elevado porcentaje que la forma de consumir representa respecto al impacto medioambiental en productos como los de limpieza o higiene personal, entre otros. También afirmó que no es una filosofía, es una práctica, la sostenibilidad, dentro de todos los procesos de la empresa, que Unilever considera oportuno mantener en práctica más que comunicarlo como una estrategia más de marketing.
El objetivo de la compañía, según el presidente de la filial española, es duplicar el tamaño de la corporación reduciendo al mismo tiempo el impacto medioambiental. Arriesgada apuesta.
El cierre del acto, al que asistieron un selecto grupo de casi 200 directivos de empresas de diversos sectores de actividad, corrió a cargo de D. Fernando Valdés, presidente de Autocontrol y director general de Campofrío, que destacó algunos aspectos de la presentación de Aguilera. Entre estos podemos resaltar la arriesgada apuesta de Unilever para introducir el concepto y procesos de sostenibilidad en las marcas, más allá de la propia corporación.
