La agencia Futurebrand se hizo cargo del proyecto después de ganar una licitación internacional encargada de crear la nueva identidad, cuyo foco está centrado en la palabra Perú, como símbolo de una tradición marcada por los cruces, las mezclas y los deseos.
El rojo, color de la bandera, tiene un gran protagonismo en la nueva identidad de marca de Perú. Transmite intensidad, vibración y energía pero convive con una paleta multicolor que representa la diversidad del país, sus regiones y paisajes y su carácter estimulante.
La huella digital de la marca entronca con la idea de que hay un Perú para cada quien y por ello se ha elegido una tipografía manuscrita creada especialmente para Perú, construyendo un logotipo a partir de una sola línea. El sistema de identidad, además, toma grafismos de diferentes regiones y culturas.
