Vodafone se ha movido contra ‘El que se mueva es gay’, un reto homófobo que se ha hecho viral en el último mes y que suma más de 12,2 millones de reproducciones y cientos de videos, muchos de ellos protagonizados por jóvenes.
Los videos de este trend tienen una dinámica similar: sin previo aviso, en un lugar público, un joven grita ‘El que se mueva es gay’, a lo que el resto de implicados deben responder paralizados para demostrar que no son homosexuales.
Una tendencia en redes que se ha recreado cientos de veces en diferentes lugares como institutos y colegios y que cuenta con miles de likes y comentarios animando a recrear el reto de forma masiva.
Con motivo del Día Internacional del Orgullo, 28 de junio, Vodafone quiere dar la vuelta a este trend cargado de homofobia y reafirmar su compromiso con la comunidad LGTBIQA+ con un vídeo que pretende resignificar el reto original de quedarse quieto cuando alguna persona grita “el que se mueva es gay” y anima a los participantes a moverse con orgullo y mostrar su rechazo a los mensajes de odio.
Con #NosMovemosConOrgullo se denuncian este tipo de actitudes, que normalizan comportamientos que deberían haber desaparecido pero que, sin embargo, se multiplican hoy en nuestra sociedad. Esta acción quiere dotar de un nuevo significado a este trend y convertirlo en una forma de reivindicar lo que somos.
La iniciativa de Vodafone, ideada y ejecutada por iProspect, agencia de medios del grupo dentsu, se enmarca dentro de la estrategia de Diversidad, Equidad e Inclusión de la compañía y se suma a otras muchas que han desarrollado en los últimos años a favor del colectivo LGTBIQA+.
Un testimonio que coincide con el último informe de Delitos e Incidentes de Odio realizado por la FELGTBI+ (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexsuales, Intersexuales y más) que nos alertan de un repunte de la homofobia en las redes. Los mensajes de odio contra los miembros de estos colectivos han provocado un aumento de la LGTBIfobia en los últimos años en España. Las redes sociales se han convertido en un altavoz para los intolerantes, por lo que se necesita la colaboración de organizaciones y personas para conseguir erradicar esas actitudes.
