Aunque el objetivo principal era invitar a los asistentes de una forma sorprendente, atractiva e innovadora, también se quería asociar la marca con los valores de tecnología, compromiso y espíritu de innovación.
ACCIONES REALIZADAS. Para crear expectación en torno al evento nos propusimos un gran reto: metimos un mensaje en una botella y la lanzamos al mar con la intención de que llegara a las costas de Tarragona antes de que se celebrara el evento.
Contactamos con expertos en oceanografía marina para que nos ayudaran a predecir el lugar desde el que debíamos lanzarla y además incluimos un sistema GPS para que los invitados pudieran seguir su rumbo en tiempo real, a través de un mapa en nuestro website. La operación tuvo tres fases:
Fase 1. A través de e-mail marketing, los invitados llegaban hasta el website donde podían ver un vídeo de preparación del experimento, además de seguir el recorrido de la botella en directo.
Fase 2. Fue al segundo intento cuando conseguimos que la botella alcanzara las costas de Tarragona. Aquí el website nos mostraba un vídeo sobre el segundo intento y el recorrido, que finalmente alcanzó el punto deseado.
Fase 3. En esta última fase mostrábamos el vídeo que daba testimonio de la recogida de la botella. Si los invitados querían conocer el mensaje que les habíamos enviado por mar, tenían que confirmar su asistencia para conocerlo durante el evento.
RESULTADOS. A nivel cuantitativo conseguimos que la acción trascendiera de los propios invitados, recibiendo visitas de otros usuarios de toda España y el extranjero. Hubo 7.202 visitas, 4.459 usuarios únicos absolutos y 12.130 páginas vistas.
A nivel cualitativo conseguimos generar expectativa sobre la propia invitación al evento, manteniendo su impacto durante un periodo largo de tiempo. Asimismo, se recibieron muchas felicitaciones de los clientes por la puesta en escena y la originalidad.
(*) Chus Rasines es director creativo ejecutivo de OgilvyOne.
