Navegar en internet se ha convertido en algo especialmente común para cualquier persona en el mundo, por lo que es importante saber cómo proteger toda la información que se almacena en la red para que no pueda ser objeto de fraudes por parte de ciberdelincuentes. Para ello, se pueden seguir diversos pasos de lo más sencillos que ayudarán a generar una red de seguridad de difícil acceso.
Algunas medidas básicas consisten en no compartir demasiada información personal en la red, descargar aplicaciones solo de sitios de confianza y no hacer clic en enlaces que puedan resultar sospechosos. No obstante, hay otras medidas más complejas e interesantes que pueden ser determinantes para conseguir la máxima seguridad, como el uso de una VPN o un gestor de contraseñas.
Un gestor de contraseñas ayuda a contar con una mayor seguridad
Las contraseñas son esenciales para garantizar que nadie pueda tener acceso a ninguna de tus cuentas, pero si no se cuenta con la protección adecuada pueden ser fáciles de sustraer para cualquier experto en ciberdelincuencia. Por ello, el uso de un gestor de contraseñas aplica una capa extra de seguridad para aquellos que quieran protegerse de la mejor manera posible.
Un gestor de contraseñas es una caja fuerte digital que cifra y almacena tus credenciales de inicio de sesión, datos de acceso, contraseñas y todo tipo de información referente a este aspecto. Además, ayuda a generar contraseñas seguras que sean imposibles de robar y autocompletarlas en caso de que sean demasiado complejas para recordarlas. Con ello, el gestor de contraseñas sirve como una guía completa de toda la información de acceso en un mismo lugar.
Su funcionamiento es realmente sencillo y permite importar las contraseñas que cualquier usuario ya haya generado con anterioridad, de modo que sirva como un todo en uno para acceder a las contraseñas de múltiples sitios con la máxima seguridad posible.
El uso de una VPN, una de las mayores medidas de protección en la red
Más allá del uso de un gestor de contraseñas, acceder a una VPN también es un paso esencial para proteger cualquier tipo de navegación en la red. Una VPN funciona creando un túnel cifrado entre tu dispositivo y el servidor de la red, ocultando tu dirección IP real y evitando que terceros, como hackers, proveedores de internet o incluso gobiernos, puedan rastrear tu actividad en línea o interceptar información sensible, como contraseñas o datos bancarios.
Además, al usar una VPN, se reduce el riesgo de ataques cibernéticos, especialmente en redes públicas como las de cafeterías o aeropuertos, donde los datos son más vulnerables. También permite acceder a contenido restringido geográficamente al simular que te conectas desde otra ubicación. En un contexto profesional, esto no solo garantiza la confidencialidad de la información, sino que también refuerza la confianza en la gestión de datos, algo crucial para empresas y usuarios que manejan información delicada. En resumen, una VPN es una capa adicional de seguridad que protege tu identidad y tus datos en un entorno digital cada vez más expuesto a amenazas.
Con todas estas medidas es muy efectivo navegar por internet con una enorme seguridad, por lo que cualquier usuario debería adoptarlas para no sufrir ningún problema en el proceso.
Texto: Juan Montes Álvarez.
