Salesforce crea una oficina para el uso ético y humano de la tecnología

Salesforce, la compañía desarrolladora del CRM Sales Cloud, ha nombrado a Paula Goldman como responsable de la Oficina de Uso

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Paula Goldman dirigirá la Oficina de Uso Ético y Humano de Salesforce

Salesforce, la compañía desarrolladora del CRM Sales Cloud, ha nombrado a Paula Goldman como responsable de la Oficina de Uso Ético y Humano. Un área y un puesto de trabajo creados recientemente con el objetivo de garantizar la creación de algoritmos de inteligencia artificial que cumplan requisitos éticos.

Según ha anunciado la corporación estadounidense, Goldman y el equipo de la nueva oficina comenzarán a trabajar el próximo 7 de enero. Este departamento se encargará de desarrollar estrategias que garanticen un uso ético y humano de la tecnología por parte de la empresa.

“Entendemos que tenemos una responsabilidad más amplia para la sociedad y aspiramos a crear tecnología que no sólo conduzca al éxito de nuestros consumidores, pero también traiga cambios sociales positivos y beneficie la humanidad”, ha señalado Goldman en un comunicado.

Goldman ha sido nombrada después de haber participado en el Consejo para la Oficina de Uso Ético y Humano, un grupo de trabajo dentro de la corporación que reúne a expertos de la industria e investigadores de universidad como Harvard, Carnegie Mellon o Cornell Tech.

La creación de la nueva oficina llega tras la carta que los propios empleados de la compañía de CRM escribieron al director general, Marc Benioff. En ella mostraron su rechazo al trabajo que la empresa firmó con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU en vista de las políticas anti-inmigración de Donald Trump.

La empresa estadounidense se une así a otras compañías tecnológicas que bien cuentan con un departamento para el empleo ético de la tecnología bien disponen de un decálogo de principios éticos que rigen cómo utilizan la misma, como sucede con Microsoft y Google, respectivamente. En este último caso, el buscador se compromete a evitar la creación de sesgos en los algoritmos de aprendizaje automático, que sea el usuario quien tenga el control sobre la tecnología y no viceversa, y la incorporación de los principios de diseño de privacidad, entre otros.