La IA se ha convertido en una inversión necesaria para las empresas

A pesar de que el concepto de Inteligencia Artificial (IA) existe desde hace sesenta años, es ahora cuando es posible

Rafael Rivera, responsable de innovación y tecnología de Mediapost
Rafael Rivera, responsable de innovación y tecnología de Mediapost

A pesar de que el concepto de Inteligencia Artificial (IA) existe desde hace sesenta años, es ahora cuando es posible encontrarla en el día a día. Y en el interior de las compañías. Cada vez más empresas invierten en herramientas basadas en IA, atraídos por el potencial que tienen en el seno de las corporaciones. Esto es, ayudar a tomar mejores decisiones. 

Así lo ha destacado Rafael Rivera, responsable de innovación y tecnología de Mediapost, durante la quinta edición de Scope, los encuentros centrados en innovación que organiza la firma de marketing relacional y Datasocial, en colaboración con SiteGround. 

Rivera ha subrayado la tendencia de las empresas de invertir en herramientas de Inteligencia Artificial (IA), en un tiempo en el que existe una cierta desilusión por esta tecnología. “La IA ya no es una opción, es una necesidad. Es un cambio en el conjunto de la organización, que implica una gestión en base a la evidencia”. 

A diferencia de lo que ocurría en épocas anteriores, la IA actual ha conseguido convertir los datos en predicciones y prescripciones. Capacidad que ha atraído a las empresas, ya que les ayuda a tomar mejores decisiones, ha explicado Rivera. 

Entre las aplicaciones existentes, la compañía de marketing relacional ha recordado el uso de sistemas de recomendación para venta cruzada o la detección de bajas de usuarios en tiempo real. Asimismo, Ignacio Rodriguez, responsable de geomarketing de la firma, ha mostrado el funcionamiento de un generador de perfiles a través de rostros, desarrollado por la compañía y que permite identificar a los visitantes de un punto de venta físico. 

No todos son luces para esta tecnología, sin embargo. El propio Rivera ha recordado los riesgos que posee la Inteligencia Artificial. Entre ellos, el hecho de que los algoritmos pueden aprender sesgos; el desconocimiento de saber cómo funciona un algoritmo de este tipo; la privacidad o la supresión de puestos de trabajo

Riesgos que han propiciado, no obstante, que “se hable cada vez más de la ética de la IA”. Pone como ejemplo el hecho de que existan cada vez más investigaciones publicadas sobre este tema. 

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